Quizás llegué tarde a verla, la estrenaron mientras yo
estaba viviendo mi propio drama, quizás debía esperar hasta ahora… La vi ayer
tarde, víspera del día del trabajo. Los primeros cinco minutos no me invitaban
a continuar, la verdad, aguanté la escena inicial de la violación y la
parsimonia de Isabelle Huppert limpiando la escena de los hechos y el arranque
posterior. Me atrapó a partir de ese momento…
Las críticas le conceden a la protagonista el mérito de la
cinta. Sin menospreciarla creo que el mayor acierto está en el corrosivo relato
coral de Verhoeven en torno a la particular familia de la protagonista. Ese
entorno cercano del que no hay que alejarse para encontrar todo un universo de
perversión y morbo.
Y eso que mi favorita siempre sería Virginie Efira aquí
relegada al papel secundario de vecina y esposa beata del sorprendente objeto
de deseo de la protagonista…
Come a Little bit Closer. Jay & The Americans
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