Una playa abierta de
aguas marrones y un horizonte que se pierde cuando la línea de agua se une con
el cielo. Calles estrechas y largas, fachadas coloniales sencillas, de vivos
colores y adornos a la andaluza, portones amplios de madera y rejas en las
ventanas. Palmeras y cielo.
Dejar de lado la parte
moderna y centrarse en el antiguo núcleo urbano cerca de Plaza Bolívar y la Laguna
y quizás una escapada a Las Isletas. Llevar protector solar y gorra, apenas hay
donde guarecerse del sol que cae a plomo desde las siete de la mañana a cinco
de la tarde…
No es un destino turístico,
si acaso un lugar en el que desaparecer…
No hay comentarios:
Publicar un comentario