Nueva
entrega de la saga Bond: Daniel Craig, algo más contenido que en las anteriores,
sigue sin mostrar una sonrisa y sus ojos azules, pequeños y limitados, sin expresar nada casi. Christoph
Waltz interpreta un villano sin alma, perdido en algún lugar de su locura,
prescindible, nada que ver con los dos anteriores. La chica, Léa
Seydoux, no traspira la sensualidad exigible a la elegida de Bond, la chica
mejicana del principio o cualquiera de las chicas de los créditos está mucho
mejor. Monica Belluci, bellísimas arrugas mínimas y piel de seda antigua, a la que apenas conceden
unos breves minutos, no tiene opción de calentar el ambiente ni siquiera
durante los segundos que le conceden en lencería negra. Ralph Fiennes el mejor
M de la historia… Mejor que Judi Dench de la que siempre pensé no debía haber
salido de su veraneo en Benidorm…
Con
todo me ha gustado más que Skyfall escena de arranque incluida…
Al
llegar a casa del cine me encontré con una fiesta en el apartamento de arriba.
Trajes de etiqueta y combinación de traje largo y corto en las señoras. Funcionarios
de la embajada británica y sus invitados celebrando el estreno de la película… Uno
de ellos con smoking y chorreras y botella de Moet en la mano. Luego, sólo en
la terraza de mi apartamento, pude contemplar al fondo cerca de la Plaza
Altamira fuegos artificiales… Nunca pude pensar una noche de estreno Bond como
la de ayer.
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