El otro día en un encuentro entre directivos de empresas
españolas en Caracas, me han comentado, uno de ellos expresó con enorme disgusto
su decepción y la vergüenza que le producía como español la presencia del Sr. Rodriguez
Zapatero, el ex presidente de gobierno español, ya saben, en la mesa de diálogo
entre el Gobierno y la Oposición venezolana.
Comparto plenamente ese sentimiento y en otras entradas he
expresado mi opinión sobre este señor. Algo tendrá el agua cuando la bendicen,
pero nunca he sido y sigo sin ser capaz de ver las capacidades de Zapatero y me
cuesta trabajo entender lo que hay en esa mente que intento escrutar más allá
de esa mirada entre bovina y canina que parece el fruto de un imposible cruce
entre charolés y san bernardo.
Desde acá solo recibo comentarios de amigos y conocidos
poniéndome de vuelta y media al interfecto, pero si se analiza lo que ocurre no
queda otra salida. Veamos.
He buscado la últimas noticias sobre JLRZ: “Zapatero: Soy
optimista sobre un futuro en paz y convivencia en Venezuela” dice el titular de
El Nacional del 1 de febrero. Le doy vueltas y vueltas a la afirmación del
prohombre y sigo leyendo: “el afán por la convivencia exige lucha por la
convivencia, intentar generar confianza y mucho respeto”. Ahí le ha pegado,
pienso, coño, va orientado. “Hay mucho antagonismo en Venezuela, pero nosotros
la Unasur con los acompañantes estamos en un empeño decidido a que la senda de
Venezuela no sea la de la confrontación, una confrontación que sería muy grave,
sino que sea la senda del entendimiento”…
El periodista resume: Rodríguez Zapatero aseguró en su
discurso -tras recibir la distinción (Doctor Honoris Causa por la Universidad
Autónoma de Santo Domingo), Diosss¡¡¡- que mantiene una “visión positiva de la
acción política” y que su “optimismo permanece y que incluso está optimista
sobre el futuro en paz, en progreso y convivencia en Venezuela, tarea a la que
ahora estoy muy empeñado”.
Este optimista, tonto hasta decir basta, estúpido –en sentido
literal- no se ha dado un paseo por las calles de Caracas ni de cualquier ciudad
o pueblo venezolano, no ha hecho una cola, o no ha sufrido en carnes propias la
necesidad de un medicamento desaparecido de los anaqueles de las farmacias.
Este, que no es más tonto porque no practica, no ha sentido ese pellizco en las
entrañas cuando te acercas en tu coche, en cualquier carretera, a cualquier
hora, a una alcabala y ves ese fusil en manos de un imberbe de la Guardia, o de
las CONAS (Comando Nacional Antiextorsión y secuestro), o de cualquier policía
que apenas sabe leer y no tiene ni para comer pero porta una Glock 17 al cinto
con todos sus cartuchos rellenando el cargador…
Semejante estulticia nunca debe ser interpretada como un
gesto de buena voluntad en pro de la paz, no he comentado la intervención del
Vaticano, que también me parece un desacierto desde el momento en que da alas a
un gobierno que no demuestra respetar los derechos humanos, a las pruebas me
remito, ni ofrecer gestos visibles en pos del diálogo sincero y transparente
entre las partes: ¿como interpretar si no el acoso al Parlamento o la ausencia
de respeto a lo que dicta la carta magna en lo relativo a las elecciones y el
revocatorio del Presidente de la República?. Cada vez que Zapatero aterriza en
Maiquetía lo interpreto como una grave amenaza para el futuro de los venezolanos
y demanda una actuación decidida del gobierno español que no debe apoyar la
presencia en zona de guerra de este indocumentado por la paz…
Y lo peor es que hay venezolanos que nos juzgan y califican por individuos como este... Qué Vergüenza Zapatero.
Qué maravilla esta Nicki Parrot...
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