Decía ayer Monti, el Primer Ministro Italiano, a tenor de los últimos escándalos en el futbol de su país -el fraude entre los tramposos transalpinos es un clásico, una forma de vida- que no sería mala idea suspender las competiciones durante dos o tres años, hasta enderezar la cosa.
Y me he puesto a pensar -joder lo que duele el tema-, y digo yo, mayormente por ser imaginativo, como los italianos, para que no se diga que los españoles somos menos… ¿Y si suspendemos el Estado de las Autonomías durante un periodo similar? Hasta que la situación se normalice: se controle el déficit público, se reduzca la deuda externa, las empresas recuperen su valor, los trabajadores recuperen sus empleos… hasta que este carajal se arregle y escampe el chaparrón.
Bastaría con dejar a un lado los egoísmos partidistas y locales, recuperar la fe en nosotros mismos, en el valor del esfuerzo y la constancia del trabajo, en remar todos en la misma dirección: Madrileños, Catalanes, Andaluces, Cántabros, Vascos, Asturianos, Gallegos, Riojanos, Navarros, Murcianos, Baleares, Canarios, Valencianos, Extremeños, Manchegos y Castellanos, Melillenses y Ceutís y si se empeñan por qué no hasta los Gibraltareños -de acento gaditano y look frikinglés-. (Espero no haberme dejado a ninguno, lo sentiría de corazón, más que nada por equilibrar esfuerzos)
Y me ha venido a la mente la imagen de una Galera de bancos corridos y remos pesados llamada España…
Igual si España gana la Eurocopa nos convencemos…
Y para no dejar mal sabor de boca Juan Luis Guerra (Se imaginan dos remeros/remeras en el banco...)
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