SINOPSIS



Esta nueva entrega de la saga protagonizada por Ginés Pintado nos introduce en una historia de venganza y corrupción. Elena Carrión –la particular Moriarty de Ginés- hace de nuevo irrupción en escena para desquitarse de su obligada salida de escena en la novela anterior.

Pintado persigue el rastro de su ex mujer desaparecida en Buenos Aires, por Argentina, Bolivia y Perú. Lo inesperado se hace presente cuando la Organización que dirige el magnate Ricardo Sanmartín le obliga a planear un atentado contra un viejo amigo y colega, ahora Ministro del Gobierno argentino.

Una trama ambientada en la Latinoamérica gobernada por las grandes fortunas en la que dos siglos después las familias patricias que protagonizaron la independencia de la metrópolis siguen ostentando el poder. Ahora no sólo ejercen el dominio político y económico, más allá de la corrupción, son los señores del tráfico de drogas y la trata de blancas, con las que se complementan los ingresos de las corporaciones familiares.

La sombra del Cisne Negro es una historia donde la maldad destila la suficiencia del poder y donde la razón no es arma bastante para limitar el daño que aquella produce. Una historia en la que el amor ha dejado su sitio a la soledad permanente del héroe.


lunes, 1 de mayo de 2017

ELLE


Quizás llegué tarde a verla, la estrenaron mientras yo estaba viviendo mi propio drama, quizás debía esperar hasta ahora… La vi ayer tarde, víspera del día del trabajo. Los primeros cinco minutos no me invitaban a continuar, la verdad, aguanté la escena inicial de la violación y la parsimonia de Isabelle Huppert limpiando la escena de los hechos y el arranque posterior. Me atrapó a partir de ese momento…
Las críticas le conceden a la protagonista el mérito de la cinta. Sin menospreciarla creo que el mayor acierto está en el corrosivo relato coral de Verhoeven en torno a la particular familia de la protagonista. Ese entorno cercano del que no hay que alejarse para encontrar todo un universo de perversión y morbo.

Y eso que mi favorita siempre sería Virginie Efira aquí relegada al papel secundario de vecina y esposa beata del sorprendente objeto de deseo de la protagonista…

Come a Little bit Closer. Jay & The Americans

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