SINOPSIS



Esta nueva entrega de la saga protagonizada por Ginés Pintado nos introduce en una historia de venganza y corrupción. Elena Carrión –la particular Moriarty de Ginés- hace de nuevo irrupción en escena para desquitarse de su obligada salida de escena en la novela anterior.

Pintado persigue el rastro de su ex mujer desaparecida en Buenos Aires, por Argentina, Bolivia y Perú. Lo inesperado se hace presente cuando la Organización que dirige el magnate Ricardo Sanmartín le obliga a planear un atentado contra un viejo amigo y colega, ahora Ministro del Gobierno argentino.

Una trama ambientada en la Latinoamérica gobernada por las grandes fortunas en la que dos siglos después las familias patricias que protagonizaron la independencia de la metrópolis siguen ostentando el poder. Ahora no sólo ejercen el dominio político y económico, más allá de la corrupción, son los señores del tráfico de drogas y la trata de blancas, con las que se complementan los ingresos de las corporaciones familiares.

La sombra del Cisne Negro es una historia donde la maldad destila la suficiencia del poder y donde la razón no es arma bastante para limitar el daño que aquella produce. Una historia en la que el amor ha dejado su sitio a la soledad permanente del héroe.


martes, 29 de septiembre de 2015

UN PAR DE DIAS DESPUES… A PESAR DE MAS, SEGUIMOS JUNTOS.


Un par de días después Mas se ha desinflado como un desangelado soufflé, Podemos ha firmado la crónica de un fracaso deseado –y sensato- y el resto de fuerzas políticas andan haciendo cábalas de como formar gobierno, y patatín y patatán.
Desde la distancia no puede dejar de alegrarme porque el día después no haya sido un despertar comatoso y porque alguna voz sensata habla de ponerse a trabajar juntos… Menos mal.

Sólo me queda felicitar a los catalanes sensatos por su ejercicio de sentido común que el resto de ciudadanos del Estado España agradecemos profundamente. Hasta yo que nací en el emirato independiente de Cantarranas allá en el profundo sur soberanista… Jajaja.

domingo, 27 de septiembre de 2015

EN LA BARRA DE LA SIBILA.



Ayer de nuevo me encontré con Pintado. Me preguntó por la novela, -cómo avanza, -dijo lacónicamente, mientras apuraba de un trago el whisky que le había servido Alfonso, el barman de la barra de La Sibila, y pedía otro con un seco gesto de muñeca y el vaso vacío en la mano.
Pintado parecía perdido allí y no dejaba de mirar hacia un sofá chester que había en el interior del local. Sus ojos tienen ahora una mirada más intensa que cuando lo conocí y su rostro es más terrible, la cicatriz se destaca pálida en la piel curtida por el sol y el aire marino. -Busca algo, o a alguien, -pensé. Y se lo pregunté.
No dijo nada al principio, sólo me miró, dio otro trago largo al Macallan y sólo después susurró algo así como que había estado allí con La Rusa… Imaginé la escena del Dry Martini, en aquel escenario que sólo meses atrás me hubiera parecido imposible para Pintado, pero que ahora es el decorado ideal de sus encuentros con La Rusa, a la que algún día deberé de poner nombre porque se ha instalado en la vida de mi amigo. No me dijo mucho más, no hizo falta, lo llevaba escrito en los ojos…
Miré alrededor y traté de imaginar qué mujer era capaz de transformar así un ser como Pintado…
Entraron de la mano, ella no le había permitido que le ofreciera el brazo, y todas las miradas masculinas se voltearon hacia ellos como atraídos por un imán. Pintado presentía que eso iba a ocurrir, a fin de cuentas él habría hecho lo mismo en esas circunstancias, pero se sintió molesto igualmente, ella era el objeto del deseo común y no le gustaba. La chica que recibía en la entrada le pidió el nombre y un teléfono, le dio el primero que se le vino a la mente. Atravesaron la pieza que ocupaba la barra y  se dirigieron hacia un sofá chester ubicado en la pieza continua. La Rusa había tomado la iniciativa y no dejaba lugar a vacilaciones. Pintado la ayudó a acomodarse y le tendió la mano mientras ella se sentaba cuidando que sólo una fracción pertinente de piernas quedaran al descubierto.
Encargaron los tragos, mientras esperaban una legión de varones curiosos se hizo presente desfilando por delante de la zona en una cadencia lenta y cansina, como vagones de un tren de mercancías. La Rusa apenas apartaba la mirada de Pintado, pero él sabía que ella no perdía un solo detalle de la situación, él la tomó de las manos y sin darle tiempo a protestar la besó en los labios con todas las ganas que llevaba dentro desde que la había recogido esa noche a la puerta del hotel…

De golpe volví a la realidad cuando Alfonso me preguntó si llenaba de nuevo mi vaso. Pintado había desaparecido como por arte de magia, tan ensimismado estaba imaginándome la escena que ni cuenta me di. Pregunté por mi amigo y el barman me señaló la puerta con un golpe de su barbilla mientras secaba un vaso de una forma inequívocamente profesional. El sofá chester seguía vacío al fondo y ahora lo miré con envidia.
Pagué y me fui. Fuera la noche era cálida, los sapitos inundaban el aire con su sonido agudo y persistente. Salvo por los guardias de seguridad no había un alma. Llegó mi coche y cuando subí a él me inundó una sensación de pérdida absoluta, probablemente la misma del piloto superviviente al posarse en la plataforma de la nave nodriza que acoge al último caza rezagado…  

CATALUÑA… COMO TU


Hoy es un día muy importante para España y para los españoles de todas las Españas. Nuestra historia está salpicada de episodios difíciles, de esos que perforan las entrañas y desgarran el corazón. Nuestro país ha crecido entre guerras intestinas, de sucesión y dinásticas, económicas –siempre que los griegos, fenicios, romanos, cartagineses, vándalos, alanos, árabes –de cualquier etnia o franquicia islámica-, franchutes, ingleses, holandeses o cualquier otro tahúr del Misisipí de turno han querido tomar por asalto las fuentes de aprovisionamiento de nuestra tierra pobre de familia, fronterizas –ya fuera con los hermanos portugueses (que siempre prefirieron al inglés que al de al lado, más bajitos, mucho menos glamorosos y un poco estúpidos al pensar que las chicas portuguesas tienen bigote y pelos en las piernas –completamente falso, se los juro-), los franchutes (que no son muy diferentes a nosotros, salvo por el hecho que son un poquito más altos y feos y le pusieron mejor nombre al guiso de caracoles, a los quesos o al vino que preparan con uvas de cepas idénticas a las de las áridas planicies peninsulares, pero envejecen en barriles de roble mejor cuidado), o cualquier de los países que disputaron los territorios que nosotros también disputábamos, etc, etc, y no extiendo más el argumento histórico ni mi cultivada erudición al respecto…

En todos esos episodios España se ha ido conformando de una u otra forma. Hoy 27S hay elecciones en Cataluña y en ellas los catalanes llamados a las urnas –algo más de cinco millones y medio- deciden no solo su futuro político directo sino el de España toda. Sin opinar hoy sobre lo que me parece el señor Mas y su banda –por no tocar los huevos me refiero a sus comilitones de partido- o sobre el impacto que la segregación de Cataluña de España traería –personas mucho más preparadas que yo lo han hecho sobradamente-, sí expreso mi deseo de que mañana 28S España se despierte íntegra y con la certeza de saber que es necesario hacer reformas constitucionales importantes que eviten un futuro sin Cataluña en el Estado. Eso es mucho mejor que la segregación de los catalanes del resto de los españoles, ya que ellos, a fin de cuentas, son como yo, o como tú…

martes, 22 de septiembre de 2015

NO TENGAS MIEDO A VOLAR. Poema... Rafael Galdón... Cartas a La Rusa


Como decirte en unos minutos que te querré toda una vida… Como expresar con palabras lo que ni el alma entiende, que un roce en el corazón es más profundo que la más feroz herida… Cómo decirte que este mar embravecido no es sino el principio, pero que no debes temer a mi lado… Cómo decirte ahora lo que tienes que escuchar por toda una vida… Cómo decirte que te cuidaré por siempre y sin embargo cada encuentro es un sufrimiento… Lo es esperar por verte, acabar y quedar sólo… Cómo decirte…
Y es que tienes miedo a volar, y sólo saltando se aprende, sólo cayendo y sintiendo el vacío nuestro cuerpo reacciona y emprende vuelo, y nuestra alma se agarra a lo conocido, al calor de lo cotidiano, al pausar del ritmo que no sobrecoge… Y sin embargo mi alma anhela cada segundo en el vacío buscando la tuya…
Como decirte en unos pocos minutos que te querré toda una vida… que ya te quiero toda mi vida…
Como decirte que ese segundo que siento que soy tuyo, que te sobrecoges con mis caricias y te abandonas a mis abrazos… valen por toda una vida. Y que te quiero… No tengas miedo a volar…


Poema... Rafael Galdón... Cartas a La Rusa.

domingo, 20 de septiembre de 2015

EL PATRON, RADIOGRAFIA DE UN CRIMEN… UN RELATO SOBRE LA SUMISION


Hoy toca cine. Este fin de semana he vuelto a mis orígenes, cuatro películas por día tiene sobre mi espíritu un efecto sedante que necesitaba desesperadamente. Cuando Pintado se instala es difícil hacerlo a un lado, menos mal que le gusta el cine casi tanto como a mí.
El Patrón, radiografía de un crimen no es una joya del cine, ni tan siquiera una gran obra, pero hay que reconocer en el trabajo de Sebastián Schindel un magnífico ejercicio de respeto hacia un guión muy sólido.  Joaquín Furriel interpreta a Hermógenes Saldivar en una transformación meritoria –salvo por la utilización irregular del acento particular de Santiago del Estero- que, a veces, consigue meternos en la piel de un personaje arquetipo de la sumisión desesperada, de la anulación de la personalidad de un individuo del cual nunca llegamos a saber si es bueno, malo o qué. Luis Ziembrowski, la contraparte, hace de hijo de puta integral sin ninguna concesión a sentimientos intermedios, su rostro –que no necesita transformación alguna- transita la cinta monótono, sin rictus que matice la facies, le basta el tono de sus palabras, sus ojos inexpresivos de depredador natural. Un relato de esclavitud en estado puro.

A destacar la fotografía de  Marcelo Laccarino que es capaz de transitar espacios minúsculos sin que por ello perdamos atención por encuadres imposibles… Y sobre todo el montaje consecuencia del cual el ritmo de la película es impecable…
Un reconocimiento al cine argentino -en este caso en coproducción con Venezuela- capaz de rodar este tipo de cintas capaces de asomarnos al submundo del Mundo Feliz, aunque lo hace de forma tímida, apenas se atreve con el interior de la carnicería, y desaprovecha la incursión en los juzgados -que trata de forma indebidamente amable-, en los barrios marginales -con ocasión de la visita del abogado a la esposa- y en el decorado exterior de la carnicería en la esquina de una calle cualquiera...

PERDIENDO EL NORTE… BERLIN. ROZALEN


No es que Perdiendo el Norte se merezca muchas líneas… Nacho G. Velilla firma una comedia romántica simpática, de esas que te hacen pasar un buen rato y ya está. No es que el reparto tenga una interpretación antológica, por mucho que la belleza a ratos candorosa, a ratos seductora, y en contados instantes arrebatadora, de Blanca Suarez -que no acaba de creerse que por fin esté rodando películas y no series de televisión- se vea correctamente contrastada por el chico blandito  de turno Yon Gonzalez, por mucho que Julián Lopez y Javier Cámara –me encantó en La Vida Inesperada a la que le dedicaré oportunamente un ratito- hagan de secundarios de lujo y por mucho que Pepe Sacristán interprete un cuasi cameo en recuerdo de Vente a Alemania Pepe…

Lo realmente excepcional de esta película es una joya que aparece al final, mientras los títulos, un bolero increíble: Berlin Rozalen… Va por ti…

sábado, 19 de septiembre de 2015

EL QUESO DE LA TRAMPA


Llevo recorrida media Europa detrás de Padrón y no he conseguido atraerlo a la trampa. Como un ratón, pensé, entraría a morder el queso que había entre las piernas de La Rusa, aunque hay un pequeño problema que no había previsto, me he enamorado de ella, y de resultas el ratón soy yo…
La habitación de este hotel de Amsterdam me resulta opresiva, estrecha, mal ventilada como una cloaca, como el canal inmundo que puedo ver desde este ventanuco que da a una calle del barrio rojo. Me he convertido en una puta más exponiéndose por algo de lo que ya no me acuerdo porque ella me ha borrado todos los registros anteriores. Un reflejo naranja titila en la esquina opuesta a la cama que ocupo. Las sabanas están desaliñadas y siento un frío húmedo que la ropa que llevo ni calma ni merma. Me duele la cabeza y mis pies no obedecen. Creo que he hecho mal fumando ese porro con la hierba que me vendieron en el coffee shop de abajo. No me debí fiar de aquel turco maloliente y barbudo, o sería sirio o quizás albano kosovar, tanto da, he perdido la cuenta de tanto refugiado perdido por las calles, deambulando en la compañía de otros como ellos… Aunque ahora que recuerdo el tipo hablaba un español perfecto, igual sería de Almería, yo que sé, tanto da…
Una semilla de idea se ancla a mi cerebro y el naranja cambia a un azul celeste flojito, como si las luces de fuera quisieran expulsar las miasmas tenebrosas de esta habitación vacía sin ella... No soy capaz de concretar, sólo soy capaz de ver colores que se me escapan como agua entre los dedos…
Me desperté con el indefinible sabor de ella en mis papilas, con su aroma en la pituitaria, como si se hubiera fundido en el aire que respiro y penetrado cada partícula de mi ser.  No había poesía en esa sensación, iba más allá, era total y desesperantemente absoluta, ni latir, ni respirar, ni pulsión, formaba parte de lo elemental y primigenio, era anterior siquiera a mi conciencia física. Me incorporé como pude y palpé mi cabeza, me dolía allá dónde el día anterior me golpeó el gordo, la piel estaba inflamada, pero no se había roto la epidermis, mi cuero cabelludo parecía un campo de amapolas de acero ensartadas en mi cráneo…
Una hora después estaba bebiendo café dentro de un antro que parecía un vagón de tercera atestado de mochileros fumados. Mi aspecto no era mucho mejor, aunque mi edad claramente desentonaba. No tenía dinero para otra cosa. Hasta que llegara el Andaluz no me quedaba otra.
La había llamado. Su teléfono no contestaba. Caía la llamada al cuarto ringazo. Sólo deseaba que Padrón no la encontrara antes que yo.

Un rayo de sol alcanzó a penetrar la maraña humana que me antecedía. Una sensación cálida que invadió mis pupilas y entró en mi cerebro como una estrella fugaz. Recordé el sabor de sus labios en los que lamí la última gota de cocktail y entonces supe a lo que sabía el queso de la trampa…

LA MIRADA DE LOS DEMAS


No nos conocemos tanto como creemos, a veces para saber realmente como somos tenemos que acudir a los ojos de terceros…
Y aun así nos queda saber lo que ven ellos. Casi nunca lo sabremos porque difícilmente se abrirán a nosotros, raramente nos contarán lo que ven y eso contando con que se hayan hecho una composición coherente y aplicable de nuestra realidad como humanos, la más irreal de las realidades físicas del universo por tratarse de una quantum cambiante en la línea temporal que marca nuestra percepción de lo que es y deja de serlo.
No es que de pronto me haya hecho filósofo. Ayer me invitaron a cenar a casa de unos amigos y en la sobremesa, como tema de conversación, salió la reciente ruptura sentimental de un compañero. No tenía mucho interés en atender, yo mismo me encuentro ahora lidiando con una situación parecida –qué barbaridad nunca una situación así es parecida a nada-. Bastante tengo con lo mío, como para inmiscuirme en la vida de los otros. De pronto me vi inmerso en una realidad paralela que nunca busqué, la interpretación de los motivos de la decisión de mi amigo aliñado con las circunstancias del desenlace –me refiero naturalmente a la información sobre la susodicha causante del evento, como siempre prejuzgadamente perversa y malvada-. No es que mis amigos fueran desconsiderados –no lo fueron, para todos apenas sería una noticia del telediario, salvo por el hecho de que le afecta a alguien próximo a quien conoces y ¿quieres?- y de la misma manera que entendí el sentimiento de pena por la pérdida de una pareja establecida –tan bien que se les veía juntos, era el clamor popular- me resultó sorprendente que metieran en el ajo –a mí en particular- a quien no ha tenido nada que ver en el entuerto, y mucho menos en las decisiones de otros, por el sólo hecho de resultar sospechoso de compartir tiempo y situación con el afectado. Fue entonces cuando, copa de whisky de por medio, me dio por pensar en cómo me verían ellos a mí, algo que nunca me preocupó lo más mínimo –para decirlo educadamente, ni un huevo- y de pronto me vi con la mirada de los otros…
Lo que vi y entendí se lo contaré a Pintado, y quizás éste reflexione con La Rusa sobre el tema, a fin de cuentas tengo que buscar diálogos creíbles entre ellos dos.

Que el dios bueno acoja en su seno a la pareja perdida y otorgue sus bendiciones a la encontrada, recreando la realidad del universo y afirmando el primer principio que aplica a todo quisqui: nada se crea o se destruye, pero se transforma… La Mirada de los demás.    

miércoles, 16 de septiembre de 2015

LA CAÍDA DEL IMPERIO…

Hace unos días incluí una entrada relacionada con la situación de los refugiados en las fronteras europeas.

La situación continúa, evidentemente no se trata de una anécdota, estamos viviendo Historia pura, experimentando un acontecimiento universal que pasará a los libros de texto –o al soporte que la tecnología depara para entonces- y que nuestros descendientes estudiarán con la misma distancia con la que nosotros estudiamos en su día la caída del Imperio Romano a manos de los bárbaros.
Arturo Perez –Reverte hizo el pasado fin de semana un lúcido análisis de la situación en su apartado del dominical semanal “Los godos del emperador Valente”. Demoledor por lo irrevocable de la conclusión que comparto.
Todo tiene dos caras, todo forma parte del equilibrio de la balanza, el precio de la libertad y de los derechos humanos, sólo se compensa con libertad y derechos, tal es el peso de ambas cosas. El resultado final, la Caída del Imperio… 

EL SABOR DEL PERFECTO DRY MARTINI


Andaba dándole vueltas a una escena entre Pintado y la Rusa y se me ocurrió una en la que la pareja conversaba en los instantes previos a la cena en un elegante local acorde a la calidad de la fémina. Imaginé un elegante hotel boutique, pequeño y acogedor, escondido a las miradas de la multitud, discreto y exclusivo.
Lo primero era situar a la pareja en la zona lunch, ya saben esa área previa al comedor en la que los comensales inician la conversación, degustan un aperitivo, ordenan la cena y dependiendo de cómo vayan las cosas inician el escarceo amoroso. Un sofá chester de color tabaco me pareció el soporte perfecto.
Imaginé a la Rusa de mono (braga le dicen en Venezuela) con blusa abierta sobre un bustier negro.
Pintado estrenaría camisa blanca, primero iba a ser negra, pero lo dejé en blanca aunque sin corbata…
Y me faltaba el aperitivo. Le pregunté a la musa inspiradora, Dry Martini, sugirió.
La elaboración del Dry Martini es fácil. Vertemos el Martini y la ginebra en un vaso mezclador con abundante hielo, removemos bien, y servimos filtrando con cuidado en una copa de cóctel. A continuación, perfumamos retorciendo la piel de limón.
Para decorar una aceituna verde, sin hueso, pero sin relleno. Dependiendo del tamaño de la copa, hay quien añade dos. Servirlas ensartadas en un palillo cruzado en la copa.
Además de James Bond, que no sólo lo prefiere agitado, sino que también lo pide con vodka en vez de con ginebra — lo que se conoce como vodka Martini— algunos personajes reales, cayeron rendidos al encanto de este cóctel. Desde Marlene Dietrich hasta Franklin D. Roosvelt, Eisenhower, Hemingway, Frank Sinatra o Luis Buñuel.
Proporciones del DRY MARTINI:
Receta clásica: 1 parte de Martini extra seco, 1 parte de Ginebra, 1 golpe de orange bitter, 1 twist de limón, 1 aceituna verde
Receta actual: 1 parte de Martini extra seco, 4 partes de Ginebra, 1 twist de limón, 1 aceituna verde.
Nota: Algunos expertos indican que la mejor ginebra para un Dry Martini clásico es la Tanqueray Rangpur…

Y Pintado acabó rendido de nuevo al poder seductor de La Rusa … Sus besos tendrán un definido sabor a ginebra suavizada por el pálido dulzor del Martini seco. En los labios de ella, el sabor del Perfecto Dry Martini

viernes, 11 de septiembre de 2015

OCLOCRACIA. EL PERVERSO GOBIERNO DE LA MUCHEDUMBRE


La oclocracia consiste en términos llanos en llamar a la revuelta urbana por parte de la clase política, lo cual es indudablemente una perversión de la democracia para manipular el normal desempeño del gobierno por medio de la presión de las muchedumbres en la calle.
La llamada democracia “participativa” -como lo denomina Podemos en España-, mezcla de manifestaciones y escraches callejeros, de malversación torticera de los poderes públicos teóricamente independientes –el poder judicial entre otros- y de habilidosa utilización de las redes sociales y los medios de comunicación -imaginénse que ocurre cuando ni tan siquiera existe la prensa libre-, como propugnan los políticos populistas en general, es el primer y más peligroso paso para acabar con la democracia real, la que, como decía Churchill, mejor garantiza la libertad, que ése sí que es el bien político supremo –como dice Esperanza Aguirre, inspiradora de este post-. Pero todavía resulta mayor perversión cuando la oclocracia la ejerce el gobierno establecido lo cual viene a significar la perversión de la perversión.
Ayer Jueves condenaron a Leopoldo Lopez. La jueza Susana Barreiros, dictó la sentencia: 13 años, 9 meses, 7 días y 12 horas de prisión para el coordinador de Voluntad Popular, Leopoldo López. El sitio de reclusión será la cárcel militar de Ramo Verde.

Sin palabras…

jueves, 10 de septiembre de 2015

ESOS SEGUNDOS DE DESPUES… QUE DEFINEN EL AMOR


Pintado miró al techo de la habitación con la mente en blanco donde las sombras del amanecer se confundían con la suciedad del revoco de yeso, donde el blanco retrocedía frente a los estragos del tiempo. Intentaba entender lo que le estaba pasando, sin conseguirlo del todo.
La Rusa había llenado todo: el tiempo, el espacio, sus ganas, sus deseos, sus expectativas. Ella había llegado como lo hace la ola primigenia en la cadencia vital, silenciosa y previsible, inminente, omnipresente, poderosa, pasando por encima del orden natural, sustituyéndolo. No quedaba nada de su geografía interior anterior. Ella había reordenado cada partícula de su ser, aplanando cada irregularidad y dejando tras de sí una superficie líquida y uniforme…
Nunca antes él había cedido tanto, de forma natural, fuera de toda su lógica anterior, pero absolutamente dentro del racional que ella representaba. Ella era su mujer absoluta, su femme fatale sin remisión, lo que tarde o temprano sólo algunos hombres tienen la suerte de enfrentar. Su suerte absoluta, su destino único.
Y sin embargo, nada, nada, le garantizaba que ella se quedara con él.
La noche anterior ella le había preguntado, medio en broma, medio en serio, si acaso su historia no sería un affair. Él mirándola a los ojos, muy serio, le dijo que no, y le expuso algunas razones que ahora le parecían pueriles. No había acertado a decirle todo lo que ella significaba para él, ni como ella había cambiado toda su existencia, su práctica vital. Cómo desde que ella era soberana de su universo, él ni tan siquiera volteaba la mirada en pos de otras faldas.
Mientras la abrazaba la había mirado una y otra vez, sintiendo el calor de su cuerpo y el remanente cálido olor del sexo consumado, estremeciéndose de deseo apenas pasados unos minutos del encuentro. Sólo quería quedarse allí de aquella forma para siempre, disfrutando del aroma mestizo de su cuerpo, mitad perfume, mitad ella. Sus ojos desprovistos de maquillaje, sus labios sin carmín, los pómulos, el pecho todavía pulsando con respiración entrecortada. Su geografía amada…
Esperaba que ella le dijera algo que no pronunció. Lloró para sus adentros. Y esperó… Apenas unos segundos…

Esos segundos de después… Que definen el amor.

miércoles, 9 de septiembre de 2015

TIEMPO DE VALIENTES


Hoy toca rendir homenaje a mi amigo Carlos Guerrero.
Tiempo de valientes es el título de una magnífica película argentina, una historia que narra en clave de comedia la alquimia de los perdedores cuando se enfrentan a situaciones extremas y estos se transforman.
Carlos es un Don Quijote ecuatoriano, un hidalgo de otra época.  Carlos no es ni Diego Peretti ni Luis Luque, no es un psicoanalista maniático ni está traumatizado por ninguna traición conyugal, Carlos es un ingeniero de campo, un soldado disciplinado, un hombre con mayúsculas, que cuando llegó el momento de la verdad alzó lentamente la cabeza y con mirada muy tranquila respondió con seguridad a una pregunta realizada por un comisario del servicio de inteligencia, asumiendo la responsabilidad indefinida del cargo, que es la más difícil de asumir -digánselo a la clase política-.
Carlos es un tipo alto y delgado, de aire pacífico y andar tranquilo. Nacido en Guayaquil y criado en Quito, nos conocimos hace algo más de tres años y me cayó simpático desde el primer momento que nos tropezamos. Conversador incansable, hemos tenido ocasión de compartir sobremesa que siempre ha resultado en tertulia apacible mientras ventilábamos una copa, y mirábamos al futuro, antes que al pasado. No le queda mucho pelo y su sonrisa es la de un chico travieso, pero su mirada, lo ha demostrado con creces, es la de un hombre de los de antes. Es educado y de modales amables y pausados, una persona de metal noble, de brillos de cobre viejo, como adquirido trescientos años atrás…
Como al que nació para martillo, del cielo le caen los clavos, a Carlos le cayeron de golpe las responsabilidades del cargo que asumió con la hidalguía que lleva en la sangre y la normalidad de los actos nobles. Y con ello nos ha demostrado a todos sus compañeros cómo los gestos simples se convierten,  más allá del testimonio que representan, en actos heroicos que mueven la voluntad de los demás. Y con profundo respeto y admiración reconozco la extraordinaria lección de bravura que me ha dado, sin ni siquiera alzar la voz, enfrentando una injusticia con gesto amable y respetuoso. Con valentía.
Tiempo de Valientes…    

martes, 8 de septiembre de 2015

EL YATE DEL GENERAL… POR UN PUÑADO DE DOLARES


Este domingo mi amigo Paco “el gallego” -el señor Paco como le llama la feligresía local- me invitó a navegar en su velero por las islas del Parque Mochima.  Su esposa Bárbara, una maracucha de armas tomar, su hija Rosario -una preciosa muñeca híbrida hispano criolla-, su hermano José –un marino de los de antes, tostado por el sol, de barba blanca y ojos melancólicos-, y un matrimonio español recién llegado a la zona, éramos de la partida. No me olvido de “Rufo” el beagle familiar.
Salimos no muy temprano, el sol lucía bien alto y ardía inmisericorde allá arriba. Bárbara –quien habitualmente oficia de timonel en las salidas dominicales- dio toda la máquina que pudo para recoger brisa cuanto antes. En la bañera, incluso a la sombra del toldillo, hacía un calor pegajoso que sólo se despejó cuando pusimos proa al norte y el soplo fresco del Caribe nos entró como agua de mayo. El horizonte estaba jalonado de mar y tierra a partes iguales en aquella dirección. Los buques tanque petroleros descansaban apaciblemente en la bahía al abrigo del morro y de La Borracha dormitando la mañana como si hubieran salido de juerga. Puerto La Cruz aparecía envuelto en la neblina de primera hora y Lechería recogía el sol desde la Playa Lido.
Estaba en la proa como suelo a la salida. Sujeto a uno de los vientos del palo mayor,  respirando el aire fresco que me tomaba el rostro con sus dedos, pensando en nada, como suelo… José se acercó pronto con la primera cerveza, helada y protegida con un forro para dilatar su frescura. Las bebimos en silencio, mirando hacia Puinare y oteando delfines que no aparecían en lontananza.
Atracamos en Dominguín, los Dominguez –Paco y José- bautizaron así una playa aislada a la espalda del Saco en honor a su padre, un gallego de noventa años tostado y vivaracho que cada año repite experiencia caribeña-. Han hecho de una calita solitaria un lugar de solaz, limpiando –sólo con sus manos y con la eventual ayuda de los amigos- la playa de piedras y rocas, erigiendo un monolito piramidal de algo más de dos metros de altura y cuatro de diámetro que se puede ver desde bien lejos cuando te aproximas.
El barco fondeó fuera de la zona de corales, amarrado de popa a una cadena sumergida en el roqueo del fondo. Me puse el protector solar y nadé hasta la orilla mientras los Dominguez limpiaban el casco de caracolillo y escoria marina. Sólo en la playa todavía desierta -salvo por las carreras del Beagle- pensaba en la historia que me ha trasladado Pintado y en como contarla sin echarla a perder.
Pensaba en la extraordinaria pasión que le veo por la Rusa, sin saber todavía si habrá la misma pasión de ella por mi –supongo que ahora ya podré llamarlo así- amigo. Supongo que será pasión correspondida, pero necesito saberlo antes de escribirle las escenas, la cosa cambia si no…
Mientras miraba sin ver el horizonte, veía sin mirar como otras embarcaciones ocupaban la hasta entonces solitaria y tranquila cala, las más de ellas ocupando con suficiencia los espacios vacío. A fin de cuentas había mar suficiente para todas.
Poco me duró la reflexión a la sombra del tronco que literalmente plantamos en la arena hace un par de años. La compañía en pleno llegó y con ella las cervezas, las risas y las conversaciones de domingo… Una hora después estábamos tostados y hambrientos, dejé a Pintado y la Rusa de lado y volvimos al barco para darle cumplida cuenta a la tortilla y el jamoncito ibérico que nos habíamos traído.
Y en eso andábamos, finiquitando la tortilla y el tintorro, cuando la sombra de una nave mayestática –cómo si no defino el casco de 56 pies de un yate último modelo- se adueñó del espacio a nuestro alrededor y se acercó para abarloarse al yate más próximo a nosotros. Lo hizo sin mirar los niños que jugaban en el agua a nuestro lado, sin respetar los espacios de fondeo y amarre que el viento y la corriente dibujaban claramente alrededor.
Saltamos indignados y proclamamos en voz alta nuestra indignación por la maniobra. No sirvió de nada, el bordo del yate se vino contra el nuestro con la contundencia del matón del barrio o del niño chuleta que hace bulling en el colegio.
Un gordo de gafas negras y gorra roja de jugador de ligas menores bajó del puente con la parsimonia de un embajador plenipotenciario y mirándome con cara de lobo sanguinario me encaró: -Y esa “guevoná” a qué viene –dijo-. Lo hizo con toda la violencia explícita y amenaza sin contener del que se sabe el dueño del cotarro. -Mi general olvídelos. –escuché decir a uno de los miembros de la clá que acompañaba al personaje. –No ve que son unos “mieldas”…

Deseé estar solo y deseé que me hubiera acompañado Pintado… Deseé no estar allí por un puñado de dólares…

domingo, 6 de septiembre de 2015

ALL ABOUT THAT BASS… MEGHAN TRAINOR


¿Y qué diablos hago escribiendo sobre la chica esta Meghan Trainor?, por cierto un año menor que mi hijo menor…
Pues resulta que andábamos este verano mis dos hijos y yo circulando por la A2 holandesa. Habíamos salido de Amsterdam a eso de las cinco de la tarde y nos dirigíamos a Ijsselstein, un pueblito pegadito a Utrecht, yo con las manos apoyadas en el salpicadero del coche, del lado del copiloto, mi hijo conduciendo el auto alquilado, con el desparpajo propio de sus 23 años y los reflejos y pericia propia de su edad, que yo ya olvidé. Le repetía, una y otra vez, que no superara los límites de velocidad establecidos, que los holandeses que nos rodeaban no parecían miembros de la escuadra de ataque del Enterprise por casualidad, que en esos países 120 significaba 120, no 120 más menos veinte por ciento. Mi hijo sonreía y con la suficiencia acostumbrada, no sé heredada de quién, me informaba con esa vocecita irónica que le conozco: Papá si no te gusta paro y tomas tú el volante, así que ya sabes…
Me callé, no tenía ganas de conducir y menos en esa masa homogénea que constituyen los conductores es una autopista holandesa un lunes por la tarde a la salida del trabajo, pero mis nudillos estaban blancos de tanto como apretaban contra el plástico texturado de la tapa de la guantera. En eso mi hija, que había asistido pacientemente en silencio al diálogo de alfas de la manada, arqueó sus labios en una sonrisa beatífica, que no sé de quién habrá heredado, y me dijo: Escucha papá para que te calmes…
Y el ritmito de la tal Meghan Trainor empezó a sonar y una extraña paz inundó mi alma… Y pensé le tengo que poner esta a Pintado, igual se la manda a la Rusa…

All about that bass… 

sábado, 5 de septiembre de 2015

OJITOS AZULES… DE NUEVO FRANCELLA.


Casi con el susurro de Danny de Vito en L.A Confidential, les voy a confesar un secreto que tiene que ver conmigo y con Guillermo Francella. Cada vez que estoy aburrido y desconectado del mundo cotidiano me pego un youtubazo de Poné a Francella… No sé por qué, pero me reconforta la sonrisa de complicidad del personaje, me devuelve a la vida. No sé por qué, quizás porque durante mi estancia en Buenos Aires viví lo más cercano a la felicidad que experimenté en mis cuarenta, quizás porque envidiaba los cuarenta de Francella en los sketches de “Es una nena”, “Sambucetti”, “Ojitos Azules” y sobre todo de “Cuñados”. Cualquiera de ellos es prescribible si se sienten jodidos, créanme y háganme caso…
Glosé a Francella un par de veces anteriormente y no será esta de ahora la última.
Lo admiré en El Secreto de sus Ojos y me gustó en Atraco. La primera la repito cada año, como hago con: El mundo en sus Manos, Blade Runner, Bullitt, Rockanrolla, El Último Mohicano o pongamos con No habrá Paz para los malvados… Pintado tiene algo de cada uno de los protagonistas de todas esas películas –menuda mezcla, verdad?-, de Francella en El Secreto de sus Ojos: la postrera lealtad de Pablo Sandoval, como también algo de la tenacidad y quizás de la melancólica pérdida del amor del Benjamín Espósito de Darín.
La segunda no admite segundos pases: lo hice y Merello ya no funcionó. Me preocupé, pero esperé por sus nuevos trabajos, no podía dejar que la pequeña fracción de Pintado en común con Francella muriera.
Afortunadamente sus dos últimas películas estrenadas -dos comedias inteligentes: Corazón de León y El Misterio de la Felicidad- me han devuelto la alegría y por diferentes motivos.


Corazón de León. León Godoy, el arquitecto minúsculo, no admite el fracaso. Podría parecer un personaje improbable, pero la vida me ha puesto por delante ejemplos de personas con el coraje y las ganas de vivir, y hacerlo con la elegancia con que lo hace el arquitecto es envidiable, de Godoy. Cuando lo vi, supe que Pintado también tenía derecho a una segunda oportunidad y a enamorarse de la mujer improbable. Que tenía derecho a hacer crecer su corazón más allá de su parálisis. La Comedia no tiene desperdicio y se resuelve sin que la singularidad física del personaje sea objeto de mofa en ningún momento. Es un canto a la vida y al esfuerzo por superar las adversidades.


El Misterio de la Felicidad. Quizás alguien me pueda decir que no desarrolla las posibilidades del argumento hasta las últimas consecuencias. Sin embargo yo diría que la forma simple en que resuelve la búsqueda del Dorado personal de los tres protagonistas es magistral. Dos personas que buscando a una tercera se encuentran a ellos mismos y además el amor tanto tiempo perdido, me parece una brillante solución, donde la luz que surge del amor entre los socios plantados supera a la terrible desesperación del abandono. La pérdida conduce al encuentro de la felicidad. El día a día de Pintado tiene algo de la mecánica rutina de Santiago. Su búsqueda debería tener la recompensa del encuentro de Inés. La escena del baile magistral.
Las dos películas, supongo que por coincidencia, tienen una escena final en una playa brasileña. Supongo que Pintado deberá tener una escena final con La Rusa en una playa brasileña. Supongo…

Aunque Pintado, ya lo saben, no tiene los Ojitos Azules de Francella…

viernes, 4 de septiembre de 2015

SEI MAI STATA SULLA LUNA


¿Alguna vez has estado en la luna? Es una divertida comedia italiana dirigida por Paolo Genovese e interpretada en los papeles principales por Liz Solari y Raoul Bova.
Va de chica pija que se dedica al mundo de la moda en Milán, una triunfadora cool que para liquidar una herencia irrumpe en el apacible entorno rural de su niñez en el cual sobreviven un nutrido grupo de aparentes perdedores… Pero las cosas no son lo que parecen, ya saben, sino lo que acaban siendo… Los secundarios de lujo…
Habitualmente la comedia romántica italiana, si bien carece del interesante punto ácido de la francesa, o del negro de la británica, es capaz de imprimir al trasfondo amoroso una aguda elegancia que hace de estas películas pequeñas perlas de las cuales merece la pena disfrutar. Es el caso de películas como Inmaduros o la magnífica Ex… Sobre todo, para mí, esta última.
Si queréis disfrutar y pasar un buen rato os la recomiendo. Y no dejéis de escuchar la canción de cabecera por Francesco De Gregori…


Y por cierto la protagonista, Guia, bien podría ser –salvo por los ojos- la Rusa, el personaje que trae de cabeza a Pintado en su tercera entrega. No se pierdan los tacones y el cabello rubio recogido en esa cola de caballo… Pero que conste que yo la imaginé primero…

Sei Mai Stata Sulla Luna

jueves, 3 de septiembre de 2015

DONDE NACES, UNA CUESTION DE SUERTE: EUROPA ESE GIGANTESCO PARQUE TEMATICO.

Europa asemeja a un gigantesco parque temático con 27 atracciones diferentes, cada uno de los 27 países miembros que constituyen la UE.
A pesar de las dificultades, de la crisis que asoló las economías mundiales a partir de 2008, nada es comparable a la perpetua crisis que asola algunos países de los otros continentes, en particular Asia, África y América –los tres que empiezan por A-.
Este mes he disfrutado de un viaje por Bélgica y Holanda y de unos días en España. A cada paso que daba me maravillaba del aparente bienestar que se respira en las calles de cada ciudad que visité, repletas de turistas que paseaban y disfrutaban, como yo mismo, de ese enorme parque temático.
Admirando las ciudades belgas y holandesas que recorrí, sus infraestructuras, las industrias que salpicaban la geografía, las granjas, etc. Sabiendo que fueron asoladas por batallas y enfrentamientos bélicos en dos guerras mundiales, las que se libraron en sus campos y calles, pensé que los europeos se podían sentir orgullosos de este enorme espacio político y social que había permitido semejante desarrollo y bienestar.  
Pensé en la suerte que había tenido de nacer en España y por tanto de compartir ese espacio y disfrutar de las prebendas de ser europeo.
Sin embargo la Crisis de los Refugiados procedentes del Este –Siria, Afganistan, cualquier de los países presionados por la salvaje guerra del Islam- y del sur -en este caso por la miseria, el hambre y las guerras fratricidas en África- dejan en evidencia la falta de fibra social de la sociedad de los países privilegiados.

Mi reacción primero fue algo tibia viendo las imágenes de los refugiados afganos e las puertas de la estación de trenes de Budapest a la espera de tomar un tren para Alemania. Mi reacción fue terrible cuando vi la foto del cadáver de un niño de tres años llamado Aylan Kurdi en una playa Turca.
Ante este escenario no podemos quedar pasivos, porque hace sesenta años los ascendientes de los europeos que hoy disfrutan del bienestar estaban en la misma situación… Y todo eso me hace sentir una profunda vergüenza de mi condición de privilegiado que vivo y disfruto de este gigantesco parque temático…

PODEMOS, CUANDO EL PLUMERO ES DIFÍCIL DE OCULTAR…


Hay muchas cosas discutibles en la vida, interpretables y hasta negociables. Sin embargo no es el caso de la defensa de la razón y de los derechos humanos.
Ayer, en votación celebrada en el Senado de mi país, Podemos se abstuvo en una moción presentada por el PP en relación con la liberación de los 75 presos y el respeto a los derechos humanos políticos en Venezuela y que insta al Gobierno español a hacer «las gestiones oportunas» ante el régimen de Caracas para la urgente liberación de dichos presos, varios de los cuales aguardan a conocer hoy sus sentencias condenatorias.
Por poner las cosas en su sitio el portavoz de Podemos, Ramón Espinar, primero quiso quedar bien dentro de lo políticamente correcto y aseguró que «estamos de acuerdo con el espíritu de la moción presentada por el Grupo Popular» y hasta se dirigió a la tribuna de invitados para saludar y declarar su «respeto» a Mitzy Capriles -la esposa del alcalde de Caracas, Antonio Ledezma, hoy en arresto domiciliario-. En el arranque de su intervención, el senador llegó incluso a invocar su defensa de los derechos humanos «en cualquier lugar», y a «condenar la resolución por vía judicial de cualquier tipo de conflicto político».
No obstante, Espinar justificó la falta de apoyo a la iniciativa en el «filibusterismo» de los populares. Según sus palabras, «no es que al PP le haya dado de pronto un ataque de defensa de los derechos humanos sino que desde hace tiempo lleva queriendo situar el tema de Venezuela en la agenda pública para no hablar de los problemas de los españoles».
En la misma línea se pronunciaron IU, ERC, Compromís y Amaiur, que no participaron en la votación. Cosas de la Izquierda progresista, supongo, cuyos senadores estaban incorporándose de las vacaciones de agosto, probablemente demasiado cansados para ejercer sus deberes democráticos.

Una más de Podemos, a la que se le ve el plumero… Espero que evidencias como esta, exponente claro del real cariz de la formación política, sirvan para disuadir al personal de nuevas aventuras...