SINOPSIS



Esta nueva entrega de la saga protagonizada por Ginés Pintado nos introduce en una historia de venganza y corrupción. Elena Carrión –la particular Moriarty de Ginés- hace de nuevo irrupción en escena para desquitarse de su obligada salida de escena en la novela anterior.

Pintado persigue el rastro de su ex mujer desaparecida en Buenos Aires, por Argentina, Bolivia y Perú. Lo inesperado se hace presente cuando la Organización que dirige el magnate Ricardo Sanmartín le obliga a planear un atentado contra un viejo amigo y colega, ahora Ministro del Gobierno argentino.

Una trama ambientada en la Latinoamérica gobernada por las grandes fortunas en la que dos siglos después las familias patricias que protagonizaron la independencia de la metrópolis siguen ostentando el poder. Ahora no sólo ejercen el dominio político y económico, más allá de la corrupción, son los señores del tráfico de drogas y la trata de blancas, con las que se complementan los ingresos de las corporaciones familiares.

La sombra del Cisne Negro es una historia donde la maldad destila la suficiencia del poder y donde la razón no es arma bastante para limitar el daño que aquella produce. Una historia en la que el amor ha dejado su sitio a la soledad permanente del héroe.


jueves, 3 de septiembre de 2015

PODEMOS, CUANDO EL PLUMERO ES DIFÍCIL DE OCULTAR…


Hay muchas cosas discutibles en la vida, interpretables y hasta negociables. Sin embargo no es el caso de la defensa de la razón y de los derechos humanos.
Ayer, en votación celebrada en el Senado de mi país, Podemos se abstuvo en una moción presentada por el PP en relación con la liberación de los 75 presos y el respeto a los derechos humanos políticos en Venezuela y que insta al Gobierno español a hacer «las gestiones oportunas» ante el régimen de Caracas para la urgente liberación de dichos presos, varios de los cuales aguardan a conocer hoy sus sentencias condenatorias.
Por poner las cosas en su sitio el portavoz de Podemos, Ramón Espinar, primero quiso quedar bien dentro de lo políticamente correcto y aseguró que «estamos de acuerdo con el espíritu de la moción presentada por el Grupo Popular» y hasta se dirigió a la tribuna de invitados para saludar y declarar su «respeto» a Mitzy Capriles -la esposa del alcalde de Caracas, Antonio Ledezma, hoy en arresto domiciliario-. En el arranque de su intervención, el senador llegó incluso a invocar su defensa de los derechos humanos «en cualquier lugar», y a «condenar la resolución por vía judicial de cualquier tipo de conflicto político».
No obstante, Espinar justificó la falta de apoyo a la iniciativa en el «filibusterismo» de los populares. Según sus palabras, «no es que al PP le haya dado de pronto un ataque de defensa de los derechos humanos sino que desde hace tiempo lleva queriendo situar el tema de Venezuela en la agenda pública para no hablar de los problemas de los españoles».
En la misma línea se pronunciaron IU, ERC, Compromís y Amaiur, que no participaron en la votación. Cosas de la Izquierda progresista, supongo, cuyos senadores estaban incorporándose de las vacaciones de agosto, probablemente demasiado cansados para ejercer sus deberes democráticos.

Una más de Podemos, a la que se le ve el plumero… Espero que evidencias como esta, exponente claro del real cariz de la formación política, sirvan para disuadir al personal de nuevas aventuras...

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