SINOPSIS



Esta nueva entrega de la saga protagonizada por Ginés Pintado nos introduce en una historia de venganza y corrupción. Elena Carrión –la particular Moriarty de Ginés- hace de nuevo irrupción en escena para desquitarse de su obligada salida de escena en la novela anterior.

Pintado persigue el rastro de su ex mujer desaparecida en Buenos Aires, por Argentina, Bolivia y Perú. Lo inesperado se hace presente cuando la Organización que dirige el magnate Ricardo Sanmartín le obliga a planear un atentado contra un viejo amigo y colega, ahora Ministro del Gobierno argentino.

Una trama ambientada en la Latinoamérica gobernada por las grandes fortunas en la que dos siglos después las familias patricias que protagonizaron la independencia de la metrópolis siguen ostentando el poder. Ahora no sólo ejercen el dominio político y económico, más allá de la corrupción, son los señores del tráfico de drogas y la trata de blancas, con las que se complementan los ingresos de las corporaciones familiares.

La sombra del Cisne Negro es una historia donde la maldad destila la suficiencia del poder y donde la razón no es arma bastante para limitar el daño que aquella produce. Una historia en la que el amor ha dejado su sitio a la soledad permanente del héroe.


miércoles, 16 de septiembre de 2015

EL SABOR DEL PERFECTO DRY MARTINI


Andaba dándole vueltas a una escena entre Pintado y la Rusa y se me ocurrió una en la que la pareja conversaba en los instantes previos a la cena en un elegante local acorde a la calidad de la fémina. Imaginé un elegante hotel boutique, pequeño y acogedor, escondido a las miradas de la multitud, discreto y exclusivo.
Lo primero era situar a la pareja en la zona lunch, ya saben esa área previa al comedor en la que los comensales inician la conversación, degustan un aperitivo, ordenan la cena y dependiendo de cómo vayan las cosas inician el escarceo amoroso. Un sofá chester de color tabaco me pareció el soporte perfecto.
Imaginé a la Rusa de mono (braga le dicen en Venezuela) con blusa abierta sobre un bustier negro.
Pintado estrenaría camisa blanca, primero iba a ser negra, pero lo dejé en blanca aunque sin corbata…
Y me faltaba el aperitivo. Le pregunté a la musa inspiradora, Dry Martini, sugirió.
La elaboración del Dry Martini es fácil. Vertemos el Martini y la ginebra en un vaso mezclador con abundante hielo, removemos bien, y servimos filtrando con cuidado en una copa de cóctel. A continuación, perfumamos retorciendo la piel de limón.
Para decorar una aceituna verde, sin hueso, pero sin relleno. Dependiendo del tamaño de la copa, hay quien añade dos. Servirlas ensartadas en un palillo cruzado en la copa.
Además de James Bond, que no sólo lo prefiere agitado, sino que también lo pide con vodka en vez de con ginebra — lo que se conoce como vodka Martini— algunos personajes reales, cayeron rendidos al encanto de este cóctel. Desde Marlene Dietrich hasta Franklin D. Roosvelt, Eisenhower, Hemingway, Frank Sinatra o Luis Buñuel.
Proporciones del DRY MARTINI:
Receta clásica: 1 parte de Martini extra seco, 1 parte de Ginebra, 1 golpe de orange bitter, 1 twist de limón, 1 aceituna verde
Receta actual: 1 parte de Martini extra seco, 4 partes de Ginebra, 1 twist de limón, 1 aceituna verde.
Nota: Algunos expertos indican que la mejor ginebra para un Dry Martini clásico es la Tanqueray Rangpur…

Y Pintado acabó rendido de nuevo al poder seductor de La Rusa … Sus besos tendrán un definido sabor a ginebra suavizada por el pálido dulzor del Martini seco. En los labios de ella, el sabor del Perfecto Dry Martini

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