SINOPSIS



Esta nueva entrega de la saga protagonizada por Ginés Pintado nos introduce en una historia de venganza y corrupción. Elena Carrión –la particular Moriarty de Ginés- hace de nuevo irrupción en escena para desquitarse de su obligada salida de escena en la novela anterior.

Pintado persigue el rastro de su ex mujer desaparecida en Buenos Aires, por Argentina, Bolivia y Perú. Lo inesperado se hace presente cuando la Organización que dirige el magnate Ricardo Sanmartín le obliga a planear un atentado contra un viejo amigo y colega, ahora Ministro del Gobierno argentino.

Una trama ambientada en la Latinoamérica gobernada por las grandes fortunas en la que dos siglos después las familias patricias que protagonizaron la independencia de la metrópolis siguen ostentando el poder. Ahora no sólo ejercen el dominio político y económico, más allá de la corrupción, son los señores del tráfico de drogas y la trata de blancas, con las que se complementan los ingresos de las corporaciones familiares.

La sombra del Cisne Negro es una historia donde la maldad destila la suficiencia del poder y donde la razón no es arma bastante para limitar el daño que aquella produce. Una historia en la que el amor ha dejado su sitio a la soledad permanente del héroe.


domingo, 6 de septiembre de 2015

ALL ABOUT THAT BASS… MEGHAN TRAINOR


¿Y qué diablos hago escribiendo sobre la chica esta Meghan Trainor?, por cierto un año menor que mi hijo menor…
Pues resulta que andábamos este verano mis dos hijos y yo circulando por la A2 holandesa. Habíamos salido de Amsterdam a eso de las cinco de la tarde y nos dirigíamos a Ijsselstein, un pueblito pegadito a Utrecht, yo con las manos apoyadas en el salpicadero del coche, del lado del copiloto, mi hijo conduciendo el auto alquilado, con el desparpajo propio de sus 23 años y los reflejos y pericia propia de su edad, que yo ya olvidé. Le repetía, una y otra vez, que no superara los límites de velocidad establecidos, que los holandeses que nos rodeaban no parecían miembros de la escuadra de ataque del Enterprise por casualidad, que en esos países 120 significaba 120, no 120 más menos veinte por ciento. Mi hijo sonreía y con la suficiencia acostumbrada, no sé heredada de quién, me informaba con esa vocecita irónica que le conozco: Papá si no te gusta paro y tomas tú el volante, así que ya sabes…
Me callé, no tenía ganas de conducir y menos en esa masa homogénea que constituyen los conductores es una autopista holandesa un lunes por la tarde a la salida del trabajo, pero mis nudillos estaban blancos de tanto como apretaban contra el plástico texturado de la tapa de la guantera. En eso mi hija, que había asistido pacientemente en silencio al diálogo de alfas de la manada, arqueó sus labios en una sonrisa beatífica, que no sé de quién habrá heredado, y me dijo: Escucha papá para que te calmes…
Y el ritmito de la tal Meghan Trainor empezó a sonar y una extraña paz inundó mi alma… Y pensé le tengo que poner esta a Pintado, igual se la manda a la Rusa…

All about that bass… 

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