SINOPSIS



Esta nueva entrega de la saga protagonizada por Ginés Pintado nos introduce en una historia de venganza y corrupción. Elena Carrión –la particular Moriarty de Ginés- hace de nuevo irrupción en escena para desquitarse de su obligada salida de escena en la novela anterior.

Pintado persigue el rastro de su ex mujer desaparecida en Buenos Aires, por Argentina, Bolivia y Perú. Lo inesperado se hace presente cuando la Organización que dirige el magnate Ricardo Sanmartín le obliga a planear un atentado contra un viejo amigo y colega, ahora Ministro del Gobierno argentino.

Una trama ambientada en la Latinoamérica gobernada por las grandes fortunas en la que dos siglos después las familias patricias que protagonizaron la independencia de la metrópolis siguen ostentando el poder. Ahora no sólo ejercen el dominio político y económico, más allá de la corrupción, son los señores del tráfico de drogas y la trata de blancas, con las que se complementan los ingresos de las corporaciones familiares.

La sombra del Cisne Negro es una historia donde la maldad destila la suficiencia del poder y donde la razón no es arma bastante para limitar el daño que aquella produce. Una historia en la que el amor ha dejado su sitio a la soledad permanente del héroe.


viernes, 11 de septiembre de 2015

OCLOCRACIA. EL PERVERSO GOBIERNO DE LA MUCHEDUMBRE


La oclocracia consiste en términos llanos en llamar a la revuelta urbana por parte de la clase política, lo cual es indudablemente una perversión de la democracia para manipular el normal desempeño del gobierno por medio de la presión de las muchedumbres en la calle.
La llamada democracia “participativa” -como lo denomina Podemos en España-, mezcla de manifestaciones y escraches callejeros, de malversación torticera de los poderes públicos teóricamente independientes –el poder judicial entre otros- y de habilidosa utilización de las redes sociales y los medios de comunicación -imaginénse que ocurre cuando ni tan siquiera existe la prensa libre-, como propugnan los políticos populistas en general, es el primer y más peligroso paso para acabar con la democracia real, la que, como decía Churchill, mejor garantiza la libertad, que ése sí que es el bien político supremo –como dice Esperanza Aguirre, inspiradora de este post-. Pero todavía resulta mayor perversión cuando la oclocracia la ejerce el gobierno establecido lo cual viene a significar la perversión de la perversión.
Ayer Jueves condenaron a Leopoldo Lopez. La jueza Susana Barreiros, dictó la sentencia: 13 años, 9 meses, 7 días y 12 horas de prisión para el coordinador de Voluntad Popular, Leopoldo López. El sitio de reclusión será la cárcel militar de Ramo Verde.

Sin palabras…

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