SINOPSIS



Esta nueva entrega de la saga protagonizada por Ginés Pintado nos introduce en una historia de venganza y corrupción. Elena Carrión –la particular Moriarty de Ginés- hace de nuevo irrupción en escena para desquitarse de su obligada salida de escena en la novela anterior.

Pintado persigue el rastro de su ex mujer desaparecida en Buenos Aires, por Argentina, Bolivia y Perú. Lo inesperado se hace presente cuando la Organización que dirige el magnate Ricardo Sanmartín le obliga a planear un atentado contra un viejo amigo y colega, ahora Ministro del Gobierno argentino.

Una trama ambientada en la Latinoamérica gobernada por las grandes fortunas en la que dos siglos después las familias patricias que protagonizaron la independencia de la metrópolis siguen ostentando el poder. Ahora no sólo ejercen el dominio político y económico, más allá de la corrupción, son los señores del tráfico de drogas y la trata de blancas, con las que se complementan los ingresos de las corporaciones familiares.

La sombra del Cisne Negro es una historia donde la maldad destila la suficiencia del poder y donde la razón no es arma bastante para limitar el daño que aquella produce. Una historia en la que el amor ha dejado su sitio a la soledad permanente del héroe.


domingo, 8 de noviembre de 2015

CARTA A MI HIJO


Hace siete años estaba en Argentina y nos anunciaron el regreso a España. Entonces le escribí una carta a mi hijo. No sé si la leyó. Muchas cosas que le dije permanecen... Por eso hoy he querido publicarla, por si alguien se la lee.

Querido José Manuel, Hijo
El sol se refleja en la fachada del fondo, sus rayos devueltos por la pared entran tímidos por la ventana y el silencio envuelve todo alrededor como manto sutil y delicado. Todavía no os habéis despertado y aún existe esa calma que invita a abandonarse en ella.
Es una buena oportunidad para decirte cosas que no te digo normalmente. Desconozco los testigos de esta declaración, no les veo las caras, pero me importa más la tuya. Todos estos años he añadido a tu vida incertidumbre. Y raramente te he desvelado esas incógnitas que un día deseé que a su vez me despejaran. Tengo dudas –la duda es humana, y como padre soy humano- de que finalmente haya merecido la pena tanto cambio, aunque también la esperanza de que un día el resultado se despliegue delante tuya, en la madurez que está por llegar.
Nuestra relación es difícil, a veces imposible. Cuando comento esto me dicen que es normal, pero yo creo que no lo es. Entonces me entran ganas de gritarte que te quiero, que te amo y que te necesito... Hijo.
Quiero recordar cuando eras pequeño, busco fotos de ambos, momentos, instantes... Sólo encuentro imágenes tuyas con tu madre, con tu hermana, con tus amigos, con... Pero no conmigo. He perdido muchas oportunidades contigo, demasiadas... Pero cada oportunidad perdida es un rastro en la memoria y un deseo en el corazón... El de encontrar otra.
Vinimos a la Argentina siguiendo la estrella que siempre nos guió. No es la más rutilante, ni la más brillante, ni la más conocida... pero es nuestra estrella, la que distinguimos en el firmamento, la que miramos cuando es noche cerrada y las demás no están. Ahora esa estrella nos saca nuevamente de nuestra seguridad, del entorno que los días han hecho conocidos y familiares, y de nuevo tus amigos, tus certezas, tus cosas se quedan atrás. Pero otras certezas vendrán.
Me pides ser partícipe de las decisiones. Es justo. Pero a veces no es posible, porque ni yo mismo puedo. Pero la certeza que se obtiene de la elección no es la única posible. Hay elección si hay libertad, y la libertad, Hijo, hay que conquistarla, hay que merecerla. Y en eso estás. Y en eso estamos...
De nuevo tenemos otra oportunidad, nuevos amigos, que se añaden a los antiguos, porque los amigos no desaparecen quedan, anclan tu vida y tus recuerdos, tapizan tu experiencia, te aseguran un lugar en el universo, y en la pequeña historia de los seres humanos.
No te engañes Hijo, todo en este mundo exige esfuerzo. Nada que valga la pena se encuentra sin pesar, pero el pesar es temporario, mutable y gozoso cuando al fin se consigue el objetivo –busca el tuyo-. Por eso, de nuevo, debo pedirte el cambio. Navegar hacia algo desconocido, sin prometerte –que no puedo- arribar a puerto seguro, pero es que Hijo, tú eres marino, navegante de deseos y buscador de quimeras, que tu vida -en eso tienes la suerte de los héroes y la de los pioneros- está llena de aventuras.
Comparte hazañas con tus amigos, navegantes como tú de esta singladura incierta que es la vida. Brazos fuertes, y mirada clara, las armas del marino.  Queda con ellos en puertos lejanos y haced del universo el mar de los humanos... Vuestro Mar, el Nuestro.

Te quiero.

LOS DIAS SIN TI. Poema... Rafael Galdón... Cartas a La Rusa.


Por quererte, la vida divides, contigo y sin ti…
Cada día sin ti, se me hace eterno 
Cada día sin ti, parece desvanecerse en la nada, egoísta y vacío
Cada día sin ti, bajo al Averno
Cada día sin ti, mi alegría, esa que tu pones, en la miseria desaparecida clama
Cada día sin ti, mi furia enerva y mi rabia crece, torpe y tosco, garrote de tu espíritu
Y esa torpeza deja entrar en tu morada el odio que como el viento barre nuestro amor 
Cada día sin ti, mata un pedacito de mi alma, el mismo que anhela tus besos y necesita tus caricias.
Cada día sin ti, mi sonrisa lleva y  mi gesto ensombrece, porque mi vida sin ti no soy nada
Porque mi vida, sin ti, no siento nada.
Porque mi vida, cada día sin ti, muriendo mi alma, ni siquiera hay llanto que consuele la pena que ahoga mi garganta, la misma que anhela tu dulce boca para saciar la inmensa sed que siento.

Porque mi vida, contigo, quiero, porque mi vida, contigo, odio…Los días sin ti...

SPECTRE


Nueva entrega de la saga Bond: Daniel Craig, algo más contenido que en las anteriores, sigue sin mostrar una sonrisa y sus ojos azules, pequeños y limitados, sin expresar nada casi. Christoph Waltz interpreta un villano sin alma, perdido en algún lugar de su locura, prescindible, nada que ver con los dos anteriores. La chica, Léa Seydoux, no traspira la sensualidad exigible a la elegida de Bond, la chica mejicana del principio o cualquiera de las chicas de los créditos está mucho mejor. Monica Belluci, bellísimas arrugas mínimas y piel de seda antigua, a la que apenas conceden unos breves minutos, no tiene opción de calentar el ambiente ni siquiera durante los segundos que le conceden en lencería negra. Ralph Fiennes el mejor M de la historia… Mejor que Judi Dench de la que siempre pensé no debía haber salido de su veraneo en Benidorm…
Con todo me ha gustado más que Skyfall escena de arranque incluida…

Al llegar a casa del cine me encontré con una fiesta en el apartamento de arriba. Trajes de etiqueta y combinación de traje largo y corto en las señoras. Funcionarios de la embajada británica y sus invitados celebrando el estreno de la película… Uno de ellos con smoking y chorreras y botella de Moet en la mano. Luego, sólo en la terraza de mi apartamento, pude contemplar al fondo cerca de la Plaza Altamira fuegos artificiales… Nunca pude pensar una noche de estreno Bond como la de ayer. 

miércoles, 4 de noviembre de 2015

ESA SONRISA DULCE. Poema... Rafael Galdón... Cartas a La Rusa


Dejaste los tacones al lado y tu cuerpo flotó hacia mi destino
Saltos y piruetas de tu cintura prendidos
Tu risa escapando hacia mi cuerpo
Recibo el impacto de tu cariño
En mis brazos te llevo, de mis manos rendida
En mis besos te escondes, en mis palabras te elevas
Las flores que tu trajiste, abiertas su aroma dejan
Susurros que quedan en el aire detenidos
Los míos apenas se esbozan en mis ojos sometidos a los tuyos
Y de la comisura de tu boca prende esa sonrisa dulce que me sometió…

martes, 3 de noviembre de 2015

LAS COSAS MAS SIMPLES. Poema... Rafael Galdón... Cartas a La Rusa


Oír tu voz mientras sujeto tus manos entre las mías y siento el roce de tu pierna reposando sobre mí.
Decirte lo que pienso, lo que quiero, lo que temo, sin miedo a romper nada.
Dar pasos de niño en mi aproximación a ti, aprender de cada caricia y de cada sonrisa esbozada.
Beber el último sorbo de tus labios y darte de comer pedacitos pequeños.
Mirarte y suspirar.
Suspirar y mirarte.
Esperar un beso más en mi cara, esa que te presto con usura.
Buscar entre las luces que titilan a lo lejos el albergue de tu cuerpo hasta la madrugada.

Son las cosas más simples las que me acercan a ti…

lunes, 2 de noviembre de 2015

A 15.000 PIES DE ALTURA SOBRE EL MAR CARIBE


Aunque la mañana es cálida la brisa que sopla desde Occidente alivia el ambiente,  lo suficiente para tener una agradable sensación de frescura. Los petroleros, cuyas proas enfilan la bahía en dirección al Morro, salpican de rojo y blanco el inmenso panorama turquesa sin iluminar todavía que tengo por delante. Miro el mar en la lejanía y no olvido las palabras que Pintado me dijo ayer: “Toqué la punta de su nariz, como si lo hubiera hecho toda la vida, como si aquel detalle de familiaridad fuera suficiente para granjearme la confianza que ella no acaba de concederme”.
Acabo de abordar el aparato, un Jetstream 3100 de 19 plazas, que despega rumbo a Caracas con cuatro compañeros y la tripulación. Abajo queda la bahía y sus petroleros salpicados, Puerto La Cruz, Barcelona, Lechería, Guaraguao y Jose con sus cielos de amanecida incendiados todavía por las antorchas de los mejoradores…
Ya surco el cielo, Pintado se quedó en la costa, algo anda haciendo por la zona de Santa Fe, me ha comentado que debido al tal Padrón. Es fácil esconder los fardos de mercancía en cualquiera de las ensenadas desiertas que hay en el Parque Mochima, si cuentas con la complicidad de los pescadores, los únicos que transitan a diario los kilómetros de costa que hay entre Puerto La Cruz y Cumaná, o de las pocas embarcaciones operativas de la guardia costera bolivariana.
Le sigo dando vueltas a sus palabras. Estoy seguro que me las ha dicho por La Rusa. No me ha contado mucho, lo que pasa entre ellos queda entre ellos, ni siquiera sé si ocurrió entre sábanas o frente a una mesa mientras comían, cenaban o tomaban una copa –los dos son de momentos íntimos-.
Le pregunté, pero nada me aclaró. Debo imaginar la escena. Quizás ella se sintió sorprendida, quizás un deja vu, la ternura paterna para con una niña ya de entrada independiente, muy segura de ella misma, muy insegura de los demás… No puedo imaginarme a La Rusa de niña, como tampoco a Pintado de niño. Hay personas que nunca tienen infancia, quizás porque su madurez es tan omnipresente que no somos capaces de imaginar cómo se construyeron esas personalidades en el tiempo. Y el origen del camino no es ajeno al destino en que nos los encontramos.
El ruido de los motores es el dueño en la cabina, traquetean, se esfuerzan por girar a la velocidad necesaria para mantener este panzudo de alas cortas en el aire…
Imagino el tacto de la punta de la nariz de La Rusa entre los toscos dedos de Pintado, un leve roce, el giro de la cara, el estremecimiento del cuerpo de ella y los ojos de los dos enredándose al mismo tiempo, la resistencia al principio, la leve sonrisa de ella que al esbozarse le da a Pintado el derecho de acariciarle la cara con dulzura. El silencio de los amantes que buscan construir lo cotidiano con detalles…

Y mientras pienso en ellos, sin cotidianidad y sin detalles, las nubes se deslizan perezosas y silentes junto a la ventanilla, a 15.000 pies de altura sobre el Mar Caribe…

domingo, 1 de noviembre de 2015

TROYA. LA MIRADA CRÓNICA. EN LA GUERRA Y EN EL AMOR.


No sabía cómo denominar esa mirada con la que vivimos (el escenario vital) los sucesos del presente que han pasado una y otra vez y pasarán muchas más. El escenario es siempre el mismo y en él se desarrollan historias diferentes, porque sus protagonistas lo son.
Leía la entrada semanal del maestro Perez Reverte, “El adiós de Hector”. El escenario vital cualquier país en Guerra… Y este escenario desencadena reacciones arquetípicas, prácticamente comunes en el tiempo y en el espacio, por muy diferentes que seamos sus protagonistas. Y este escenario propone reacciones diferentes en cada plato de la balanza: lo peor y lo mejor del ser humano. En la Guerra siempre alguien defiende lo que otro pretende y siempre se pretende lo que causa la felicidad del otro.  
Exactamente como en el Amor, las reacciones: los celos, la mentira y la traición contrapuestos a la entrega, la pasión y la dulzura… La escena es la violencia que arrasa con lo cultivado con esmero durante años en unos segundos de impericia.

Y en lo uno y en lo otro, la Mirada Crónica, me lleva a pensar como el maestro Perez Reverte en Troya…  

miércoles, 28 de octubre de 2015

LA COTIDIANIDAD. Poema... Rafael Galdón... Cartas a La Rusa


Mi vida: lo cotidiano llegó, despacio, sin sentir… A pesar de esperarlo, como las cumbres que perseguimos al paso y se alejan, ocupó todo nuestro espacio de pronto… Mi ropa por planchar, las sabanas que no ensuciamos, la cocina por recoger, la tabla de cortar el pan, esos muebles horrendos que todavía no estrenamos, cada rincón de nuestra casa por conocer y sentir, dónde escenificar caricias y recoger en el espacio común besos y abrazos…
Mi vida: Tu mirada al iniciar cada día fugaz, cada día que acaba antes de empezar, cada día que deseamos no empiece para que no acabe… Tus caricias pidiéndome la cara prestada, tus saltitos, al tiempo que chasqueas tus dedos y agitas tus hombros, tu boca pidiéndome la mía, mi boca persiguiendo la tuya. Tus dedos escondiendo nerviosos las formas que los años nos entregan y delineando las arrugas en mi frente, los míos persiguiendo tu cara, grabando tu geografía en mi piel…
Mi vida… La cotidianidad… La abejita que te pido destierres en tu mente… Porque la mía solo tiene espacio para ti…

Poema... Rafael Galdón... Cartas a La Rusa

CRISTINA FERNANDEZ DE KIRCHNER. SIN SAL...

Finalmente Cristina.
Kristina émula de Evita…
Dejas, herida, la poltrona  de un país herido…
Desgraciadamente nos deja una de los más singulares e inolvidables clowns de la escena política mundial. Quizás no volvamos a deleitarnos con esas escenas irreales que dejó la primera dama a lo largo de sus dos mandatos… Deja aventajados alumnos que la recordarán diciendo sandeces exquisitas...



Sin Sal…

LO QUE PARECEMOS POR UN INSTANTE…

Qué fácil es dejarse llevar por el embrujo del instante… Qué fácil engañarse al quedar prendido de lo que parecemos un momento… ¿Qué fuimos antes y qué seremos después?... Si ya no estamos…



John Kerry y Margallo… En ese fugaz instante… Que fuimos lo que no somos,,,

lunes, 12 de octubre de 2015

DIA DE LA FIESTA NACIONAL. LA REACCION DE LOS NECIOS.


Ayer me dormí vencido por el cansancio tras un día de sol y sal. Hoy es uno de esos días que se podrían tornar mágicos, pero que de momento han nacido entre la bruma lejana de la calina del Caribe. Hace un calor pegajoso y no soplan ni un soplo de brisa, esa misma que a veces por la mañana temprano me transportan a una ensoñación de momentos pasados. Mañana no sé qué pasará.
Estoy sólo en casa, está mi asistenta, pero ella no cuenta. La lavadora con la ropa de la semana acaba de detenerse porque alguien ha cortado el suministro de agua. Suele ocurrir ya con una precisión que poco a poco se va haciendo tan inexorable como el paso del propio tiempo que mide.
He leído los correos atrasados, he ordenado los archivos, he limpiado las películas que se han bajado durante la noche y he refrescado la lista de las que quiero visionar en los próximos días. He enviado un correo a mi amigo Ramiro y he leído otro del indio –de la India- de turno, que como siempre responde autista una petición concreta y clara –ellos son así: cuando crees que todo está aclarado y meridiano se revuelven y empiezan desde el principio, como si nada hubiera sucedido, demostrando que el tiempo para ellos tiene un sentido diferente-. No me he inmutado. He decidido que  los indios del mundo no me inmutarán más.
He leído un comentario sobre el discurso de Rajoy en el South Summit –que mi hijo ha ayudado a preparar trabajando como becario sin sueldo, por la cara,  durante los últimos fines de semana, para mayor gloria de María Benjumea (ella se define como una start up en si misma) y sus socios. Siempre ha habido clases, y mi vástago no es de la Jet. No obstante debo agradecer la oportunidad que se le ha dado de trabajar y aprender-. Siguiendo con el gallego, nuestro Presidente, cada vez más, me parece un hombre vencido por el tedio de si mismo, alguien que no se aguanta la imagen que ve reflejada en el espejo cada mañana, al que la inteligencia que le sobre no le basta para entender el sentido trascendente que tendría el liderazgo en un momento histórico para España, como el actual. Quizás es que le vence el escepticismo, le faltan amaneceres y puestas de sol, y no le sobran colaboradores a la altura de las circunstancias. Por lo menos acudió –disciplinadamente y aseadamente- al desfile militar del día nacional. Bien por él y por Carmena, que pasée por la tabla Pablo Iglesias.
Algunas perlas del día:
El escatólogo –antes los llamábamos comemierdas, perdónenme ustedes la grosería- Willy Toledo ha declarado su glotonería e incontinencia defecativa en su cuenta de twitter al respecto de la Fiesta Nacional. Perfecto, está en su derecho, pero que se baje… Y que pasee por la tabla.

Entre los que se abonan a la teoría del genocidio los más listos de la clase: Ada Colau, alcaldesa de Barcelona, ha criticado que el Estado conmemore «un genocidio» en la fiesta del 12 de octubre y que gaste dinero conmemorándolo con un desfile militar. José María González, «Kichi», alcalde de Cádiz y licenciado en Geografía e Historia, «de Por Cádiz sí se puede», ha dicho que no tiene nada que celebrar porque España nunca ha descubierto América: «Masacramos y sometimos un continente y sus culturas en nombre de Dios». Es lo que tienen los análisis anacrónicos de los acontecimientos. Seguro que no fue una fiesta de los quince, pero no fue muy diferente a los anteriores actos de la humanidad que conforman la Historia de nuestros antepasados, pregúntenle si no a los íberos, lusitanos, celtas, cartagineses, andalusies, castellanos, etc. de los que sólo queda algo que hoy llamamos españoles...
Por cierto por todos los Fernández de ambos lados del océano, por los hijos de los supervivientes del genocidio... Por todos aquellos que hicieron posible que se pueda cantar así Contigo Aprendí... 

domingo, 11 de octubre de 2015

LA GRAN BELLEZA


Roma. Jep Gambardella. La Mundanidad como concepto motor de la vida.

Comienza la película con una curiosa escena coral. Con la súbita muerte de un turista japonés a la vista del foro romano… Continúa con una fiesta en un ático, bailando al son de Raffaella Carrá y de un mariachi. Me sentí sobrecogido por el ambiente frívolo y desquiciado que traslada Paolo Sorrentino con una maestría difícil de superar.
Jep Gambardella, de vuelta de todo, cínico y sensible, rompe el conjunto y se separa de la masa para encender un cigarrillo y alejarse de todo.
Si tuviera que escribir una novela sobre la nada… Bastaría con entender lo que hay detrás de la mirada de Jep, de sus lágrimas cada vez que desaparece un ser amado, nunca suyos, siempre de alguien: Su novia de juventud, que lo abandona para casarse con alguien de quien treinta y cinco años después apenas es capaz de dedicarle un par de líneas en un diario; de la de Andrea el hijo millonario de una familia desaparecida y a quien en su funeral nadie se ofrece para portar el féretro, hasta que lo hace Jep y los viejos amigos de su madre; de Ramona, la hija ya madura de un viejo amigo heroinómano que sigue haciendo striptease para pagarse un caro tratamiento contra el cáncer, cuyos ojos son un poema de amor hacia Jep una mañana al despertar, antes de desaparecer para siempre.
Y a Jep sólo le quedan sus paseos por Roma al amanecer, los viejos amigos de años, a cual más desencantado y fracasado, la belleza de los momentos vacíos que son todos… La consciencia de que a sus sesenta y cinco años ya no tiene por qué hacer lo que no quiere hacer y la seguridad de que haga lo que haga solo le quedan los recuerdos de lo que había tras las puertas que se cerraron.
Sin embargo Jep trata con el respeto del cariño a todos… Y esa es La Gran Belleza…


sábado, 10 de octubre de 2015

MAS O MENOS REGULAR. EL MIEDO DE PARECER JEP GAMBARDELLA



Aquella noche Pintado estaba menos melancólico que de costumbre y Alfonso, ya saben el barman de La Sibila, más generoso que otras veces. La música que sonaba de Antonello Venditti -"Amici Mai”- tenía a mi amigo con la mirada perdida en el sofá Chester hacia el que siempre mira cuando acabamos allí. Yo iba por mi segundo whisky y Pintado por su tercer Dry Martini. -Alfonso los prepara muy secos y muy fríos, -me dijo él, -como los ojos de ella cuando se molesta por algo…
-Le pregunté si se refería a La Rusa, -a quien demonios si no, -me respondió, con un cierto toque sarcástico en la voz y los labios fruncidos, con cierta violencia contenida. -Sabes andaluz, -me dijo, y yo supe que tocaba sentencia, como siempre que me menciona por mis orígenes, -Yo la quiero mucho y no sé si lo que ella quiere es que yo la quiera como Jep Gambardella…
Al principio no caí, rebusqué en el disco duro, el nombre me sonaba. Pintado estaba hablando con Alfonso, le acercó la copa vacía y le pidió el cuarto Martini. Me removí nervioso en el taburete y empecé a deletrear el alfabeto en silencio, dentro de mi cabeza, lentamente, esperando que las imágenes se me formaran en la mente. Una pareja entró. Ella bonita, de mediana edad, grandes ojos verdes y  boca carnosa, no debería tener menos de cincuenta, quizás más pensé cuando la luz de los halógenos le acarició la piel sedosa.  Más joven él, tercera generación de pijos por lo menos, bronceado y cuidado en gimnasio. Pareja ocasional. No se miraban con complicidad.
Un grupo ruidoso en una mesa del fondo destruyó con sus risas estentóreas la magia de la siguiente canción de Venditti, “Che tesoro che sei”, los camareros revoloteaban alrededor de aquella mesa como buitres hambrientos sirviendo el vino. Otro grupo esperaba que los acomodaran a una mesa. Una mujer joven se separó de este último grupo y caminó hacia nosotros con la mirada altiva que tienen esas mujeres que miran sin ver cuando se acercan. Algunos miembros del sexo opuesto giraron sus cabezas a su paso, como ventiladores. En un último esfuerzo la imagen que esperaba se formó de pronto: Jep Gambardella es el personaje de Toni Servillo en la Gran Belleza. La película italiana…
-Por qué dices eso, -le dije a mi amigo satisfecho de que la senilidad no me pueda de momento. -No te pareces nada a Gambardella. Tú no tienes su sentido estético de la vida, ni su sensibilidad, ni su estilo, nada de nada, -apostillé al final de mi corto relato de diferencias, nada sutiles por cierto.
-Es la sensación que tengo. No sé si ella espera un tipo como yo y no busca en realidad a alguien como Jep Gambardella. Yo nunca podré ser él. Yo nunca la querré como Gambardella quiere a Ramona –el personaje interpretado por la bellísima Sabrina Ferilli-, nadie quiere a nadie de la misma manera, ni más, ni menos. Yo nunca podré revolotear la vida sólo por el puro disfrute de la belleza, yo nunca podré ser el Rey de la Mundanidad. No, yo soy un tipo algo más prosaico. No me importa usar la misma chaqueta dos días seguidos, no me gustan las fiestas… -Para, no sigas, -le interrumpí, -pero te gustan los amaneceres, como él, y amas el arte y la literatura, como él, te gusta escuchar en silencio las conversaciones inteligentes y ajusticiar las peroratas de los insustanciales, y a los dos os gusta la soledad cuando hacéis mutis por el foro... –Es posible, -me dijo, -ojalá entienda que la quiero como nunca antes a nadie… Ni más. Ni menos, Ni regular… -Y dicho eso se calló y apuró el cuarto Martini…

Me quedé mirándolo sin entender del todo sus últimas palabras… Más o menos, regular.  

sábado, 3 de octubre de 2015

MUSICA PARA FEOS. LORENZO SILVA


Acabo de finalizar su lectura con un nudo en la garganta y los ojos húmedos.
Mi hija Laura, siempre es ella quien tiene el extraordinario poder de conmoverme íntimamente, me lo regaló hace unos meses y lo había dejado sobre la mesilla de noche a la espera de la ocasión propicia. Esta llegó el fin de semana pasado. Comencé su lectura el domingo en la mañana, en la piscina del edificio de apartamentos donde paso últimamente los fines de semana. Lo abrí a la sombra de una palmera de frutos rojos y pequeños y emprendí su lectura intercalada entre chapuzones en el agua tibia.
La historia de amor que narra Mónica en primera persona con Ramón es sencilla, tierna y sin embargo estremecedora – ¿y por qué no iba a serlo?-. Lorenzo Silva escribe un relato narrado por Mónica haciéndose eco de la parte femenina, lo cual si bien al principio me lastraba algo la lectura, pues no dejaba de percibir al autor más allá de sus palabras, luego despega y acaba arrastrándonos de forma creíble al calor de la pasión en el corazón de los dos amantes. Luego entendí que el relato es sobre la pareja y no sobre Mónica o sobre Ramón. Y es que el Amor –cuando es con mayúsculas-no pertenece a cada uno de los amantes por separado sino a los dos como un Todo, sólo los sentimientos son privativos, y por eso sea cual sea el desenlace sigue ahí, perpetuo, incuso cuando todo los demás, hasta la vida, pase.

Lorenzo Silva, como ya hizo en relatos anteriores, intercala con astucia y acierto fragmentos de canciones, que en esta ocasión apalanca con el uso de enlaces de Internet… Música para Feos.      

martes, 29 de septiembre de 2015

UN PAR DE DIAS DESPUES… A PESAR DE MAS, SEGUIMOS JUNTOS.


Un par de días después Mas se ha desinflado como un desangelado soufflé, Podemos ha firmado la crónica de un fracaso deseado –y sensato- y el resto de fuerzas políticas andan haciendo cábalas de como formar gobierno, y patatín y patatán.
Desde la distancia no puede dejar de alegrarme porque el día después no haya sido un despertar comatoso y porque alguna voz sensata habla de ponerse a trabajar juntos… Menos mal.

Sólo me queda felicitar a los catalanes sensatos por su ejercicio de sentido común que el resto de ciudadanos del Estado España agradecemos profundamente. Hasta yo que nací en el emirato independiente de Cantarranas allá en el profundo sur soberanista… Jajaja.

domingo, 27 de septiembre de 2015

EN LA BARRA DE LA SIBILA.



Ayer de nuevo me encontré con Pintado. Me preguntó por la novela, -cómo avanza, -dijo lacónicamente, mientras apuraba de un trago el whisky que le había servido Alfonso, el barman de la barra de La Sibila, y pedía otro con un seco gesto de muñeca y el vaso vacío en la mano.
Pintado parecía perdido allí y no dejaba de mirar hacia un sofá chester que había en el interior del local. Sus ojos tienen ahora una mirada más intensa que cuando lo conocí y su rostro es más terrible, la cicatriz se destaca pálida en la piel curtida por el sol y el aire marino. -Busca algo, o a alguien, -pensé. Y se lo pregunté.
No dijo nada al principio, sólo me miró, dio otro trago largo al Macallan y sólo después susurró algo así como que había estado allí con La Rusa… Imaginé la escena del Dry Martini, en aquel escenario que sólo meses atrás me hubiera parecido imposible para Pintado, pero que ahora es el decorado ideal de sus encuentros con La Rusa, a la que algún día deberé de poner nombre porque se ha instalado en la vida de mi amigo. No me dijo mucho más, no hizo falta, lo llevaba escrito en los ojos…
Miré alrededor y traté de imaginar qué mujer era capaz de transformar así un ser como Pintado…
Entraron de la mano, ella no le había permitido que le ofreciera el brazo, y todas las miradas masculinas se voltearon hacia ellos como atraídos por un imán. Pintado presentía que eso iba a ocurrir, a fin de cuentas él habría hecho lo mismo en esas circunstancias, pero se sintió molesto igualmente, ella era el objeto del deseo común y no le gustaba. La chica que recibía en la entrada le pidió el nombre y un teléfono, le dio el primero que se le vino a la mente. Atravesaron la pieza que ocupaba la barra y  se dirigieron hacia un sofá chester ubicado en la pieza continua. La Rusa había tomado la iniciativa y no dejaba lugar a vacilaciones. Pintado la ayudó a acomodarse y le tendió la mano mientras ella se sentaba cuidando que sólo una fracción pertinente de piernas quedaran al descubierto.
Encargaron los tragos, mientras esperaban una legión de varones curiosos se hizo presente desfilando por delante de la zona en una cadencia lenta y cansina, como vagones de un tren de mercancías. La Rusa apenas apartaba la mirada de Pintado, pero él sabía que ella no perdía un solo detalle de la situación, él la tomó de las manos y sin darle tiempo a protestar la besó en los labios con todas las ganas que llevaba dentro desde que la había recogido esa noche a la puerta del hotel…

De golpe volví a la realidad cuando Alfonso me preguntó si llenaba de nuevo mi vaso. Pintado había desaparecido como por arte de magia, tan ensimismado estaba imaginándome la escena que ni cuenta me di. Pregunté por mi amigo y el barman me señaló la puerta con un golpe de su barbilla mientras secaba un vaso de una forma inequívocamente profesional. El sofá chester seguía vacío al fondo y ahora lo miré con envidia.
Pagué y me fui. Fuera la noche era cálida, los sapitos inundaban el aire con su sonido agudo y persistente. Salvo por los guardias de seguridad no había un alma. Llegó mi coche y cuando subí a él me inundó una sensación de pérdida absoluta, probablemente la misma del piloto superviviente al posarse en la plataforma de la nave nodriza que acoge al último caza rezagado…  

CATALUÑA… COMO TU


Hoy es un día muy importante para España y para los españoles de todas las Españas. Nuestra historia está salpicada de episodios difíciles, de esos que perforan las entrañas y desgarran el corazón. Nuestro país ha crecido entre guerras intestinas, de sucesión y dinásticas, económicas –siempre que los griegos, fenicios, romanos, cartagineses, vándalos, alanos, árabes –de cualquier etnia o franquicia islámica-, franchutes, ingleses, holandeses o cualquier otro tahúr del Misisipí de turno han querido tomar por asalto las fuentes de aprovisionamiento de nuestra tierra pobre de familia, fronterizas –ya fuera con los hermanos portugueses (que siempre prefirieron al inglés que al de al lado, más bajitos, mucho menos glamorosos y un poco estúpidos al pensar que las chicas portuguesas tienen bigote y pelos en las piernas –completamente falso, se los juro-), los franchutes (que no son muy diferentes a nosotros, salvo por el hecho que son un poquito más altos y feos y le pusieron mejor nombre al guiso de caracoles, a los quesos o al vino que preparan con uvas de cepas idénticas a las de las áridas planicies peninsulares, pero envejecen en barriles de roble mejor cuidado), o cualquier de los países que disputaron los territorios que nosotros también disputábamos, etc, etc, y no extiendo más el argumento histórico ni mi cultivada erudición al respecto…

En todos esos episodios España se ha ido conformando de una u otra forma. Hoy 27S hay elecciones en Cataluña y en ellas los catalanes llamados a las urnas –algo más de cinco millones y medio- deciden no solo su futuro político directo sino el de España toda. Sin opinar hoy sobre lo que me parece el señor Mas y su banda –por no tocar los huevos me refiero a sus comilitones de partido- o sobre el impacto que la segregación de Cataluña de España traería –personas mucho más preparadas que yo lo han hecho sobradamente-, sí expreso mi deseo de que mañana 28S España se despierte íntegra y con la certeza de saber que es necesario hacer reformas constitucionales importantes que eviten un futuro sin Cataluña en el Estado. Eso es mucho mejor que la segregación de los catalanes del resto de los españoles, ya que ellos, a fin de cuentas, son como yo, o como tú…

martes, 22 de septiembre de 2015

NO TENGAS MIEDO A VOLAR. Poema... Rafael Galdón... Cartas a La Rusa


Como decirte en unos minutos que te querré toda una vida… Como expresar con palabras lo que ni el alma entiende, que un roce en el corazón es más profundo que la más feroz herida… Cómo decirte que este mar embravecido no es sino el principio, pero que no debes temer a mi lado… Cómo decirte ahora lo que tienes que escuchar por toda una vida… Cómo decirte que te cuidaré por siempre y sin embargo cada encuentro es un sufrimiento… Lo es esperar por verte, acabar y quedar sólo… Cómo decirte…
Y es que tienes miedo a volar, y sólo saltando se aprende, sólo cayendo y sintiendo el vacío nuestro cuerpo reacciona y emprende vuelo, y nuestra alma se agarra a lo conocido, al calor de lo cotidiano, al pausar del ritmo que no sobrecoge… Y sin embargo mi alma anhela cada segundo en el vacío buscando la tuya…
Como decirte en unos pocos minutos que te querré toda una vida… que ya te quiero toda mi vida…
Como decirte que ese segundo que siento que soy tuyo, que te sobrecoges con mis caricias y te abandonas a mis abrazos… valen por toda una vida. Y que te quiero… No tengas miedo a volar…


Poema... Rafael Galdón... Cartas a La Rusa.

domingo, 20 de septiembre de 2015

EL PATRON, RADIOGRAFIA DE UN CRIMEN… UN RELATO SOBRE LA SUMISION


Hoy toca cine. Este fin de semana he vuelto a mis orígenes, cuatro películas por día tiene sobre mi espíritu un efecto sedante que necesitaba desesperadamente. Cuando Pintado se instala es difícil hacerlo a un lado, menos mal que le gusta el cine casi tanto como a mí.
El Patrón, radiografía de un crimen no es una joya del cine, ni tan siquiera una gran obra, pero hay que reconocer en el trabajo de Sebastián Schindel un magnífico ejercicio de respeto hacia un guión muy sólido.  Joaquín Furriel interpreta a Hermógenes Saldivar en una transformación meritoria –salvo por la utilización irregular del acento particular de Santiago del Estero- que, a veces, consigue meternos en la piel de un personaje arquetipo de la sumisión desesperada, de la anulación de la personalidad de un individuo del cual nunca llegamos a saber si es bueno, malo o qué. Luis Ziembrowski, la contraparte, hace de hijo de puta integral sin ninguna concesión a sentimientos intermedios, su rostro –que no necesita transformación alguna- transita la cinta monótono, sin rictus que matice la facies, le basta el tono de sus palabras, sus ojos inexpresivos de depredador natural. Un relato de esclavitud en estado puro.

A destacar la fotografía de  Marcelo Laccarino que es capaz de transitar espacios minúsculos sin que por ello perdamos atención por encuadres imposibles… Y sobre todo el montaje consecuencia del cual el ritmo de la película es impecable…
Un reconocimiento al cine argentino -en este caso en coproducción con Venezuela- capaz de rodar este tipo de cintas capaces de asomarnos al submundo del Mundo Feliz, aunque lo hace de forma tímida, apenas se atreve con el interior de la carnicería, y desaprovecha la incursión en los juzgados -que trata de forma indebidamente amable-, en los barrios marginales -con ocasión de la visita del abogado a la esposa- y en el decorado exterior de la carnicería en la esquina de una calle cualquiera...

PERDIENDO EL NORTE… BERLIN. ROZALEN


No es que Perdiendo el Norte se merezca muchas líneas… Nacho G. Velilla firma una comedia romántica simpática, de esas que te hacen pasar un buen rato y ya está. No es que el reparto tenga una interpretación antológica, por mucho que la belleza a ratos candorosa, a ratos seductora, y en contados instantes arrebatadora, de Blanca Suarez -que no acaba de creerse que por fin esté rodando películas y no series de televisión- se vea correctamente contrastada por el chico blandito  de turno Yon Gonzalez, por mucho que Julián Lopez y Javier Cámara –me encantó en La Vida Inesperada a la que le dedicaré oportunamente un ratito- hagan de secundarios de lujo y por mucho que Pepe Sacristán interprete un cuasi cameo en recuerdo de Vente a Alemania Pepe…

Lo realmente excepcional de esta película es una joya que aparece al final, mientras los títulos, un bolero increíble: Berlin Rozalen… Va por ti…

sábado, 19 de septiembre de 2015

EL QUESO DE LA TRAMPA


Llevo recorrida media Europa detrás de Padrón y no he conseguido atraerlo a la trampa. Como un ratón, pensé, entraría a morder el queso que había entre las piernas de La Rusa, aunque hay un pequeño problema que no había previsto, me he enamorado de ella, y de resultas el ratón soy yo…
La habitación de este hotel de Amsterdam me resulta opresiva, estrecha, mal ventilada como una cloaca, como el canal inmundo que puedo ver desde este ventanuco que da a una calle del barrio rojo. Me he convertido en una puta más exponiéndose por algo de lo que ya no me acuerdo porque ella me ha borrado todos los registros anteriores. Un reflejo naranja titila en la esquina opuesta a la cama que ocupo. Las sabanas están desaliñadas y siento un frío húmedo que la ropa que llevo ni calma ni merma. Me duele la cabeza y mis pies no obedecen. Creo que he hecho mal fumando ese porro con la hierba que me vendieron en el coffee shop de abajo. No me debí fiar de aquel turco maloliente y barbudo, o sería sirio o quizás albano kosovar, tanto da, he perdido la cuenta de tanto refugiado perdido por las calles, deambulando en la compañía de otros como ellos… Aunque ahora que recuerdo el tipo hablaba un español perfecto, igual sería de Almería, yo que sé, tanto da…
Una semilla de idea se ancla a mi cerebro y el naranja cambia a un azul celeste flojito, como si las luces de fuera quisieran expulsar las miasmas tenebrosas de esta habitación vacía sin ella... No soy capaz de concretar, sólo soy capaz de ver colores que se me escapan como agua entre los dedos…
Me desperté con el indefinible sabor de ella en mis papilas, con su aroma en la pituitaria, como si se hubiera fundido en el aire que respiro y penetrado cada partícula de mi ser.  No había poesía en esa sensación, iba más allá, era total y desesperantemente absoluta, ni latir, ni respirar, ni pulsión, formaba parte de lo elemental y primigenio, era anterior siquiera a mi conciencia física. Me incorporé como pude y palpé mi cabeza, me dolía allá dónde el día anterior me golpeó el gordo, la piel estaba inflamada, pero no se había roto la epidermis, mi cuero cabelludo parecía un campo de amapolas de acero ensartadas en mi cráneo…
Una hora después estaba bebiendo café dentro de un antro que parecía un vagón de tercera atestado de mochileros fumados. Mi aspecto no era mucho mejor, aunque mi edad claramente desentonaba. No tenía dinero para otra cosa. Hasta que llegara el Andaluz no me quedaba otra.
La había llamado. Su teléfono no contestaba. Caía la llamada al cuarto ringazo. Sólo deseaba que Padrón no la encontrara antes que yo.

Un rayo de sol alcanzó a penetrar la maraña humana que me antecedía. Una sensación cálida que invadió mis pupilas y entró en mi cerebro como una estrella fugaz. Recordé el sabor de sus labios en los que lamí la última gota de cocktail y entonces supe a lo que sabía el queso de la trampa…

LA MIRADA DE LOS DEMAS


No nos conocemos tanto como creemos, a veces para saber realmente como somos tenemos que acudir a los ojos de terceros…
Y aun así nos queda saber lo que ven ellos. Casi nunca lo sabremos porque difícilmente se abrirán a nosotros, raramente nos contarán lo que ven y eso contando con que se hayan hecho una composición coherente y aplicable de nuestra realidad como humanos, la más irreal de las realidades físicas del universo por tratarse de una quantum cambiante en la línea temporal que marca nuestra percepción de lo que es y deja de serlo.
No es que de pronto me haya hecho filósofo. Ayer me invitaron a cenar a casa de unos amigos y en la sobremesa, como tema de conversación, salió la reciente ruptura sentimental de un compañero. No tenía mucho interés en atender, yo mismo me encuentro ahora lidiando con una situación parecida –qué barbaridad nunca una situación así es parecida a nada-. Bastante tengo con lo mío, como para inmiscuirme en la vida de los otros. De pronto me vi inmerso en una realidad paralela que nunca busqué, la interpretación de los motivos de la decisión de mi amigo aliñado con las circunstancias del desenlace –me refiero naturalmente a la información sobre la susodicha causante del evento, como siempre prejuzgadamente perversa y malvada-. No es que mis amigos fueran desconsiderados –no lo fueron, para todos apenas sería una noticia del telediario, salvo por el hecho de que le afecta a alguien próximo a quien conoces y ¿quieres?- y de la misma manera que entendí el sentimiento de pena por la pérdida de una pareja establecida –tan bien que se les veía juntos, era el clamor popular- me resultó sorprendente que metieran en el ajo –a mí en particular- a quien no ha tenido nada que ver en el entuerto, y mucho menos en las decisiones de otros, por el sólo hecho de resultar sospechoso de compartir tiempo y situación con el afectado. Fue entonces cuando, copa de whisky de por medio, me dio por pensar en cómo me verían ellos a mí, algo que nunca me preocupó lo más mínimo –para decirlo educadamente, ni un huevo- y de pronto me vi con la mirada de los otros…
Lo que vi y entendí se lo contaré a Pintado, y quizás éste reflexione con La Rusa sobre el tema, a fin de cuentas tengo que buscar diálogos creíbles entre ellos dos.

Que el dios bueno acoja en su seno a la pareja perdida y otorgue sus bendiciones a la encontrada, recreando la realidad del universo y afirmando el primer principio que aplica a todo quisqui: nada se crea o se destruye, pero se transforma… La Mirada de los demás.    

miércoles, 16 de septiembre de 2015

LA CAÍDA DEL IMPERIO…

Hace unos días incluí una entrada relacionada con la situación de los refugiados en las fronteras europeas.

La situación continúa, evidentemente no se trata de una anécdota, estamos viviendo Historia pura, experimentando un acontecimiento universal que pasará a los libros de texto –o al soporte que la tecnología depara para entonces- y que nuestros descendientes estudiarán con la misma distancia con la que nosotros estudiamos en su día la caída del Imperio Romano a manos de los bárbaros.
Arturo Perez –Reverte hizo el pasado fin de semana un lúcido análisis de la situación en su apartado del dominical semanal “Los godos del emperador Valente”. Demoledor por lo irrevocable de la conclusión que comparto.
Todo tiene dos caras, todo forma parte del equilibrio de la balanza, el precio de la libertad y de los derechos humanos, sólo se compensa con libertad y derechos, tal es el peso de ambas cosas. El resultado final, la Caída del Imperio… 

EL SABOR DEL PERFECTO DRY MARTINI


Andaba dándole vueltas a una escena entre Pintado y la Rusa y se me ocurrió una en la que la pareja conversaba en los instantes previos a la cena en un elegante local acorde a la calidad de la fémina. Imaginé un elegante hotel boutique, pequeño y acogedor, escondido a las miradas de la multitud, discreto y exclusivo.
Lo primero era situar a la pareja en la zona lunch, ya saben esa área previa al comedor en la que los comensales inician la conversación, degustan un aperitivo, ordenan la cena y dependiendo de cómo vayan las cosas inician el escarceo amoroso. Un sofá chester de color tabaco me pareció el soporte perfecto.
Imaginé a la Rusa de mono (braga le dicen en Venezuela) con blusa abierta sobre un bustier negro.
Pintado estrenaría camisa blanca, primero iba a ser negra, pero lo dejé en blanca aunque sin corbata…
Y me faltaba el aperitivo. Le pregunté a la musa inspiradora, Dry Martini, sugirió.
La elaboración del Dry Martini es fácil. Vertemos el Martini y la ginebra en un vaso mezclador con abundante hielo, removemos bien, y servimos filtrando con cuidado en una copa de cóctel. A continuación, perfumamos retorciendo la piel de limón.
Para decorar una aceituna verde, sin hueso, pero sin relleno. Dependiendo del tamaño de la copa, hay quien añade dos. Servirlas ensartadas en un palillo cruzado en la copa.
Además de James Bond, que no sólo lo prefiere agitado, sino que también lo pide con vodka en vez de con ginebra — lo que se conoce como vodka Martini— algunos personajes reales, cayeron rendidos al encanto de este cóctel. Desde Marlene Dietrich hasta Franklin D. Roosvelt, Eisenhower, Hemingway, Frank Sinatra o Luis Buñuel.
Proporciones del DRY MARTINI:
Receta clásica: 1 parte de Martini extra seco, 1 parte de Ginebra, 1 golpe de orange bitter, 1 twist de limón, 1 aceituna verde
Receta actual: 1 parte de Martini extra seco, 4 partes de Ginebra, 1 twist de limón, 1 aceituna verde.
Nota: Algunos expertos indican que la mejor ginebra para un Dry Martini clásico es la Tanqueray Rangpur…

Y Pintado acabó rendido de nuevo al poder seductor de La Rusa … Sus besos tendrán un definido sabor a ginebra suavizada por el pálido dulzor del Martini seco. En los labios de ella, el sabor del Perfecto Dry Martini

viernes, 11 de septiembre de 2015

OCLOCRACIA. EL PERVERSO GOBIERNO DE LA MUCHEDUMBRE


La oclocracia consiste en términos llanos en llamar a la revuelta urbana por parte de la clase política, lo cual es indudablemente una perversión de la democracia para manipular el normal desempeño del gobierno por medio de la presión de las muchedumbres en la calle.
La llamada democracia “participativa” -como lo denomina Podemos en España-, mezcla de manifestaciones y escraches callejeros, de malversación torticera de los poderes públicos teóricamente independientes –el poder judicial entre otros- y de habilidosa utilización de las redes sociales y los medios de comunicación -imaginénse que ocurre cuando ni tan siquiera existe la prensa libre-, como propugnan los políticos populistas en general, es el primer y más peligroso paso para acabar con la democracia real, la que, como decía Churchill, mejor garantiza la libertad, que ése sí que es el bien político supremo –como dice Esperanza Aguirre, inspiradora de este post-. Pero todavía resulta mayor perversión cuando la oclocracia la ejerce el gobierno establecido lo cual viene a significar la perversión de la perversión.
Ayer Jueves condenaron a Leopoldo Lopez. La jueza Susana Barreiros, dictó la sentencia: 13 años, 9 meses, 7 días y 12 horas de prisión para el coordinador de Voluntad Popular, Leopoldo López. El sitio de reclusión será la cárcel militar de Ramo Verde.

Sin palabras…

jueves, 10 de septiembre de 2015

ESOS SEGUNDOS DE DESPUES… QUE DEFINEN EL AMOR


Pintado miró al techo de la habitación con la mente en blanco donde las sombras del amanecer se confundían con la suciedad del revoco de yeso, donde el blanco retrocedía frente a los estragos del tiempo. Intentaba entender lo que le estaba pasando, sin conseguirlo del todo.
La Rusa había llenado todo: el tiempo, el espacio, sus ganas, sus deseos, sus expectativas. Ella había llegado como lo hace la ola primigenia en la cadencia vital, silenciosa y previsible, inminente, omnipresente, poderosa, pasando por encima del orden natural, sustituyéndolo. No quedaba nada de su geografía interior anterior. Ella había reordenado cada partícula de su ser, aplanando cada irregularidad y dejando tras de sí una superficie líquida y uniforme…
Nunca antes él había cedido tanto, de forma natural, fuera de toda su lógica anterior, pero absolutamente dentro del racional que ella representaba. Ella era su mujer absoluta, su femme fatale sin remisión, lo que tarde o temprano sólo algunos hombres tienen la suerte de enfrentar. Su suerte absoluta, su destino único.
Y sin embargo, nada, nada, le garantizaba que ella se quedara con él.
La noche anterior ella le había preguntado, medio en broma, medio en serio, si acaso su historia no sería un affair. Él mirándola a los ojos, muy serio, le dijo que no, y le expuso algunas razones que ahora le parecían pueriles. No había acertado a decirle todo lo que ella significaba para él, ni como ella había cambiado toda su existencia, su práctica vital. Cómo desde que ella era soberana de su universo, él ni tan siquiera volteaba la mirada en pos de otras faldas.
Mientras la abrazaba la había mirado una y otra vez, sintiendo el calor de su cuerpo y el remanente cálido olor del sexo consumado, estremeciéndose de deseo apenas pasados unos minutos del encuentro. Sólo quería quedarse allí de aquella forma para siempre, disfrutando del aroma mestizo de su cuerpo, mitad perfume, mitad ella. Sus ojos desprovistos de maquillaje, sus labios sin carmín, los pómulos, el pecho todavía pulsando con respiración entrecortada. Su geografía amada…
Esperaba que ella le dijera algo que no pronunció. Lloró para sus adentros. Y esperó… Apenas unos segundos…

Esos segundos de después… Que definen el amor.

miércoles, 9 de septiembre de 2015

TIEMPO DE VALIENTES


Hoy toca rendir homenaje a mi amigo Carlos Guerrero.
Tiempo de valientes es el título de una magnífica película argentina, una historia que narra en clave de comedia la alquimia de los perdedores cuando se enfrentan a situaciones extremas y estos se transforman.
Carlos es un Don Quijote ecuatoriano, un hidalgo de otra época.  Carlos no es ni Diego Peretti ni Luis Luque, no es un psicoanalista maniático ni está traumatizado por ninguna traición conyugal, Carlos es un ingeniero de campo, un soldado disciplinado, un hombre con mayúsculas, que cuando llegó el momento de la verdad alzó lentamente la cabeza y con mirada muy tranquila respondió con seguridad a una pregunta realizada por un comisario del servicio de inteligencia, asumiendo la responsabilidad indefinida del cargo, que es la más difícil de asumir -digánselo a la clase política-.
Carlos es un tipo alto y delgado, de aire pacífico y andar tranquilo. Nacido en Guayaquil y criado en Quito, nos conocimos hace algo más de tres años y me cayó simpático desde el primer momento que nos tropezamos. Conversador incansable, hemos tenido ocasión de compartir sobremesa que siempre ha resultado en tertulia apacible mientras ventilábamos una copa, y mirábamos al futuro, antes que al pasado. No le queda mucho pelo y su sonrisa es la de un chico travieso, pero su mirada, lo ha demostrado con creces, es la de un hombre de los de antes. Es educado y de modales amables y pausados, una persona de metal noble, de brillos de cobre viejo, como adquirido trescientos años atrás…
Como al que nació para martillo, del cielo le caen los clavos, a Carlos le cayeron de golpe las responsabilidades del cargo que asumió con la hidalguía que lleva en la sangre y la normalidad de los actos nobles. Y con ello nos ha demostrado a todos sus compañeros cómo los gestos simples se convierten,  más allá del testimonio que representan, en actos heroicos que mueven la voluntad de los demás. Y con profundo respeto y admiración reconozco la extraordinaria lección de bravura que me ha dado, sin ni siquiera alzar la voz, enfrentando una injusticia con gesto amable y respetuoso. Con valentía.
Tiempo de Valientes…    

martes, 8 de septiembre de 2015

EL YATE DEL GENERAL… POR UN PUÑADO DE DOLARES


Este domingo mi amigo Paco “el gallego” -el señor Paco como le llama la feligresía local- me invitó a navegar en su velero por las islas del Parque Mochima.  Su esposa Bárbara, una maracucha de armas tomar, su hija Rosario -una preciosa muñeca híbrida hispano criolla-, su hermano José –un marino de los de antes, tostado por el sol, de barba blanca y ojos melancólicos-, y un matrimonio español recién llegado a la zona, éramos de la partida. No me olvido de “Rufo” el beagle familiar.
Salimos no muy temprano, el sol lucía bien alto y ardía inmisericorde allá arriba. Bárbara –quien habitualmente oficia de timonel en las salidas dominicales- dio toda la máquina que pudo para recoger brisa cuanto antes. En la bañera, incluso a la sombra del toldillo, hacía un calor pegajoso que sólo se despejó cuando pusimos proa al norte y el soplo fresco del Caribe nos entró como agua de mayo. El horizonte estaba jalonado de mar y tierra a partes iguales en aquella dirección. Los buques tanque petroleros descansaban apaciblemente en la bahía al abrigo del morro y de La Borracha dormitando la mañana como si hubieran salido de juerga. Puerto La Cruz aparecía envuelto en la neblina de primera hora y Lechería recogía el sol desde la Playa Lido.
Estaba en la proa como suelo a la salida. Sujeto a uno de los vientos del palo mayor,  respirando el aire fresco que me tomaba el rostro con sus dedos, pensando en nada, como suelo… José se acercó pronto con la primera cerveza, helada y protegida con un forro para dilatar su frescura. Las bebimos en silencio, mirando hacia Puinare y oteando delfines que no aparecían en lontananza.
Atracamos en Dominguín, los Dominguez –Paco y José- bautizaron así una playa aislada a la espalda del Saco en honor a su padre, un gallego de noventa años tostado y vivaracho que cada año repite experiencia caribeña-. Han hecho de una calita solitaria un lugar de solaz, limpiando –sólo con sus manos y con la eventual ayuda de los amigos- la playa de piedras y rocas, erigiendo un monolito piramidal de algo más de dos metros de altura y cuatro de diámetro que se puede ver desde bien lejos cuando te aproximas.
El barco fondeó fuera de la zona de corales, amarrado de popa a una cadena sumergida en el roqueo del fondo. Me puse el protector solar y nadé hasta la orilla mientras los Dominguez limpiaban el casco de caracolillo y escoria marina. Sólo en la playa todavía desierta -salvo por las carreras del Beagle- pensaba en la historia que me ha trasladado Pintado y en como contarla sin echarla a perder.
Pensaba en la extraordinaria pasión que le veo por la Rusa, sin saber todavía si habrá la misma pasión de ella por mi –supongo que ahora ya podré llamarlo así- amigo. Supongo que será pasión correspondida, pero necesito saberlo antes de escribirle las escenas, la cosa cambia si no…
Mientras miraba sin ver el horizonte, veía sin mirar como otras embarcaciones ocupaban la hasta entonces solitaria y tranquila cala, las más de ellas ocupando con suficiencia los espacios vacío. A fin de cuentas había mar suficiente para todas.
Poco me duró la reflexión a la sombra del tronco que literalmente plantamos en la arena hace un par de años. La compañía en pleno llegó y con ella las cervezas, las risas y las conversaciones de domingo… Una hora después estábamos tostados y hambrientos, dejé a Pintado y la Rusa de lado y volvimos al barco para darle cumplida cuenta a la tortilla y el jamoncito ibérico que nos habíamos traído.
Y en eso andábamos, finiquitando la tortilla y el tintorro, cuando la sombra de una nave mayestática –cómo si no defino el casco de 56 pies de un yate último modelo- se adueñó del espacio a nuestro alrededor y se acercó para abarloarse al yate más próximo a nosotros. Lo hizo sin mirar los niños que jugaban en el agua a nuestro lado, sin respetar los espacios de fondeo y amarre que el viento y la corriente dibujaban claramente alrededor.
Saltamos indignados y proclamamos en voz alta nuestra indignación por la maniobra. No sirvió de nada, el bordo del yate se vino contra el nuestro con la contundencia del matón del barrio o del niño chuleta que hace bulling en el colegio.
Un gordo de gafas negras y gorra roja de jugador de ligas menores bajó del puente con la parsimonia de un embajador plenipotenciario y mirándome con cara de lobo sanguinario me encaró: -Y esa “guevoná” a qué viene –dijo-. Lo hizo con toda la violencia explícita y amenaza sin contener del que se sabe el dueño del cotarro. -Mi general olvídelos. –escuché decir a uno de los miembros de la clá que acompañaba al personaje. –No ve que son unos “mieldas”…

Deseé estar solo y deseé que me hubiera acompañado Pintado… Deseé no estar allí por un puñado de dólares…

domingo, 6 de septiembre de 2015

ALL ABOUT THAT BASS… MEGHAN TRAINOR


¿Y qué diablos hago escribiendo sobre la chica esta Meghan Trainor?, por cierto un año menor que mi hijo menor…
Pues resulta que andábamos este verano mis dos hijos y yo circulando por la A2 holandesa. Habíamos salido de Amsterdam a eso de las cinco de la tarde y nos dirigíamos a Ijsselstein, un pueblito pegadito a Utrecht, yo con las manos apoyadas en el salpicadero del coche, del lado del copiloto, mi hijo conduciendo el auto alquilado, con el desparpajo propio de sus 23 años y los reflejos y pericia propia de su edad, que yo ya olvidé. Le repetía, una y otra vez, que no superara los límites de velocidad establecidos, que los holandeses que nos rodeaban no parecían miembros de la escuadra de ataque del Enterprise por casualidad, que en esos países 120 significaba 120, no 120 más menos veinte por ciento. Mi hijo sonreía y con la suficiencia acostumbrada, no sé heredada de quién, me informaba con esa vocecita irónica que le conozco: Papá si no te gusta paro y tomas tú el volante, así que ya sabes…
Me callé, no tenía ganas de conducir y menos en esa masa homogénea que constituyen los conductores es una autopista holandesa un lunes por la tarde a la salida del trabajo, pero mis nudillos estaban blancos de tanto como apretaban contra el plástico texturado de la tapa de la guantera. En eso mi hija, que había asistido pacientemente en silencio al diálogo de alfas de la manada, arqueó sus labios en una sonrisa beatífica, que no sé de quién habrá heredado, y me dijo: Escucha papá para que te calmes…
Y el ritmito de la tal Meghan Trainor empezó a sonar y una extraña paz inundó mi alma… Y pensé le tengo que poner esta a Pintado, igual se la manda a la Rusa…

All about that bass… 

sábado, 5 de septiembre de 2015

OJITOS AZULES… DE NUEVO FRANCELLA.


Casi con el susurro de Danny de Vito en L.A Confidential, les voy a confesar un secreto que tiene que ver conmigo y con Guillermo Francella. Cada vez que estoy aburrido y desconectado del mundo cotidiano me pego un youtubazo de Poné a Francella… No sé por qué, pero me reconforta la sonrisa de complicidad del personaje, me devuelve a la vida. No sé por qué, quizás porque durante mi estancia en Buenos Aires viví lo más cercano a la felicidad que experimenté en mis cuarenta, quizás porque envidiaba los cuarenta de Francella en los sketches de “Es una nena”, “Sambucetti”, “Ojitos Azules” y sobre todo de “Cuñados”. Cualquiera de ellos es prescribible si se sienten jodidos, créanme y háganme caso…
Glosé a Francella un par de veces anteriormente y no será esta de ahora la última.
Lo admiré en El Secreto de sus Ojos y me gustó en Atraco. La primera la repito cada año, como hago con: El mundo en sus Manos, Blade Runner, Bullitt, Rockanrolla, El Último Mohicano o pongamos con No habrá Paz para los malvados… Pintado tiene algo de cada uno de los protagonistas de todas esas películas –menuda mezcla, verdad?-, de Francella en El Secreto de sus Ojos: la postrera lealtad de Pablo Sandoval, como también algo de la tenacidad y quizás de la melancólica pérdida del amor del Benjamín Espósito de Darín.
La segunda no admite segundos pases: lo hice y Merello ya no funcionó. Me preocupé, pero esperé por sus nuevos trabajos, no podía dejar que la pequeña fracción de Pintado en común con Francella muriera.
Afortunadamente sus dos últimas películas estrenadas -dos comedias inteligentes: Corazón de León y El Misterio de la Felicidad- me han devuelto la alegría y por diferentes motivos.


Corazón de León. León Godoy, el arquitecto minúsculo, no admite el fracaso. Podría parecer un personaje improbable, pero la vida me ha puesto por delante ejemplos de personas con el coraje y las ganas de vivir, y hacerlo con la elegancia con que lo hace el arquitecto es envidiable, de Godoy. Cuando lo vi, supe que Pintado también tenía derecho a una segunda oportunidad y a enamorarse de la mujer improbable. Que tenía derecho a hacer crecer su corazón más allá de su parálisis. La Comedia no tiene desperdicio y se resuelve sin que la singularidad física del personaje sea objeto de mofa en ningún momento. Es un canto a la vida y al esfuerzo por superar las adversidades.


El Misterio de la Felicidad. Quizás alguien me pueda decir que no desarrolla las posibilidades del argumento hasta las últimas consecuencias. Sin embargo yo diría que la forma simple en que resuelve la búsqueda del Dorado personal de los tres protagonistas es magistral. Dos personas que buscando a una tercera se encuentran a ellos mismos y además el amor tanto tiempo perdido, me parece una brillante solución, donde la luz que surge del amor entre los socios plantados supera a la terrible desesperación del abandono. La pérdida conduce al encuentro de la felicidad. El día a día de Pintado tiene algo de la mecánica rutina de Santiago. Su búsqueda debería tener la recompensa del encuentro de Inés. La escena del baile magistral.
Las dos películas, supongo que por coincidencia, tienen una escena final en una playa brasileña. Supongo que Pintado deberá tener una escena final con La Rusa en una playa brasileña. Supongo…

Aunque Pintado, ya lo saben, no tiene los Ojitos Azules de Francella…

viernes, 4 de septiembre de 2015

SEI MAI STATA SULLA LUNA


¿Alguna vez has estado en la luna? Es una divertida comedia italiana dirigida por Paolo Genovese e interpretada en los papeles principales por Liz Solari y Raoul Bova.
Va de chica pija que se dedica al mundo de la moda en Milán, una triunfadora cool que para liquidar una herencia irrumpe en el apacible entorno rural de su niñez en el cual sobreviven un nutrido grupo de aparentes perdedores… Pero las cosas no son lo que parecen, ya saben, sino lo que acaban siendo… Los secundarios de lujo…
Habitualmente la comedia romántica italiana, si bien carece del interesante punto ácido de la francesa, o del negro de la británica, es capaz de imprimir al trasfondo amoroso una aguda elegancia que hace de estas películas pequeñas perlas de las cuales merece la pena disfrutar. Es el caso de películas como Inmaduros o la magnífica Ex… Sobre todo, para mí, esta última.
Si queréis disfrutar y pasar un buen rato os la recomiendo. Y no dejéis de escuchar la canción de cabecera por Francesco De Gregori…


Y por cierto la protagonista, Guia, bien podría ser –salvo por los ojos- la Rusa, el personaje que trae de cabeza a Pintado en su tercera entrega. No se pierdan los tacones y el cabello rubio recogido en esa cola de caballo… Pero que conste que yo la imaginé primero…

Sei Mai Stata Sulla Luna

jueves, 3 de septiembre de 2015

DONDE NACES, UNA CUESTION DE SUERTE: EUROPA ESE GIGANTESCO PARQUE TEMATICO.

Europa asemeja a un gigantesco parque temático con 27 atracciones diferentes, cada uno de los 27 países miembros que constituyen la UE.
A pesar de las dificultades, de la crisis que asoló las economías mundiales a partir de 2008, nada es comparable a la perpetua crisis que asola algunos países de los otros continentes, en particular Asia, África y América –los tres que empiezan por A-.
Este mes he disfrutado de un viaje por Bélgica y Holanda y de unos días en España. A cada paso que daba me maravillaba del aparente bienestar que se respira en las calles de cada ciudad que visité, repletas de turistas que paseaban y disfrutaban, como yo mismo, de ese enorme parque temático.
Admirando las ciudades belgas y holandesas que recorrí, sus infraestructuras, las industrias que salpicaban la geografía, las granjas, etc. Sabiendo que fueron asoladas por batallas y enfrentamientos bélicos en dos guerras mundiales, las que se libraron en sus campos y calles, pensé que los europeos se podían sentir orgullosos de este enorme espacio político y social que había permitido semejante desarrollo y bienestar.  
Pensé en la suerte que había tenido de nacer en España y por tanto de compartir ese espacio y disfrutar de las prebendas de ser europeo.
Sin embargo la Crisis de los Refugiados procedentes del Este –Siria, Afganistan, cualquier de los países presionados por la salvaje guerra del Islam- y del sur -en este caso por la miseria, el hambre y las guerras fratricidas en África- dejan en evidencia la falta de fibra social de la sociedad de los países privilegiados.

Mi reacción primero fue algo tibia viendo las imágenes de los refugiados afganos e las puertas de la estación de trenes de Budapest a la espera de tomar un tren para Alemania. Mi reacción fue terrible cuando vi la foto del cadáver de un niño de tres años llamado Aylan Kurdi en una playa Turca.
Ante este escenario no podemos quedar pasivos, porque hace sesenta años los ascendientes de los europeos que hoy disfrutan del bienestar estaban en la misma situación… Y todo eso me hace sentir una profunda vergüenza de mi condición de privilegiado que vivo y disfruto de este gigantesco parque temático…

PODEMOS, CUANDO EL PLUMERO ES DIFÍCIL DE OCULTAR…


Hay muchas cosas discutibles en la vida, interpretables y hasta negociables. Sin embargo no es el caso de la defensa de la razón y de los derechos humanos.
Ayer, en votación celebrada en el Senado de mi país, Podemos se abstuvo en una moción presentada por el PP en relación con la liberación de los 75 presos y el respeto a los derechos humanos políticos en Venezuela y que insta al Gobierno español a hacer «las gestiones oportunas» ante el régimen de Caracas para la urgente liberación de dichos presos, varios de los cuales aguardan a conocer hoy sus sentencias condenatorias.
Por poner las cosas en su sitio el portavoz de Podemos, Ramón Espinar, primero quiso quedar bien dentro de lo políticamente correcto y aseguró que «estamos de acuerdo con el espíritu de la moción presentada por el Grupo Popular» y hasta se dirigió a la tribuna de invitados para saludar y declarar su «respeto» a Mitzy Capriles -la esposa del alcalde de Caracas, Antonio Ledezma, hoy en arresto domiciliario-. En el arranque de su intervención, el senador llegó incluso a invocar su defensa de los derechos humanos «en cualquier lugar», y a «condenar la resolución por vía judicial de cualquier tipo de conflicto político».
No obstante, Espinar justificó la falta de apoyo a la iniciativa en el «filibusterismo» de los populares. Según sus palabras, «no es que al PP le haya dado de pronto un ataque de defensa de los derechos humanos sino que desde hace tiempo lleva queriendo situar el tema de Venezuela en la agenda pública para no hablar de los problemas de los españoles».
En la misma línea se pronunciaron IU, ERC, Compromís y Amaiur, que no participaron en la votación. Cosas de la Izquierda progresista, supongo, cuyos senadores estaban incorporándose de las vacaciones de agosto, probablemente demasiado cansados para ejercer sus deberes democráticos.

Una más de Podemos, a la que se le ve el plumero… Espero que evidencias como esta, exponente claro del real cariz de la formación política, sirvan para disuadir al personal de nuevas aventuras...