SINOPSIS



Esta nueva entrega de la saga protagonizada por Ginés Pintado nos introduce en una historia de venganza y corrupción. Elena Carrión –la particular Moriarty de Ginés- hace de nuevo irrupción en escena para desquitarse de su obligada salida de escena en la novela anterior.

Pintado persigue el rastro de su ex mujer desaparecida en Buenos Aires, por Argentina, Bolivia y Perú. Lo inesperado se hace presente cuando la Organización que dirige el magnate Ricardo Sanmartín le obliga a planear un atentado contra un viejo amigo y colega, ahora Ministro del Gobierno argentino.

Una trama ambientada en la Latinoamérica gobernada por las grandes fortunas en la que dos siglos después las familias patricias que protagonizaron la independencia de la metrópolis siguen ostentando el poder. Ahora no sólo ejercen el dominio político y económico, más allá de la corrupción, son los señores del tráfico de drogas y la trata de blancas, con las que se complementan los ingresos de las corporaciones familiares.

La sombra del Cisne Negro es una historia donde la maldad destila la suficiencia del poder y donde la razón no es arma bastante para limitar el daño que aquella produce. Una historia en la que el amor ha dejado su sitio a la soledad permanente del héroe.


lunes, 12 de octubre de 2015

DIA DE LA FIESTA NACIONAL. LA REACCION DE LOS NECIOS.


Ayer me dormí vencido por el cansancio tras un día de sol y sal. Hoy es uno de esos días que se podrían tornar mágicos, pero que de momento han nacido entre la bruma lejana de la calina del Caribe. Hace un calor pegajoso y no soplan ni un soplo de brisa, esa misma que a veces por la mañana temprano me transportan a una ensoñación de momentos pasados. Mañana no sé qué pasará.
Estoy sólo en casa, está mi asistenta, pero ella no cuenta. La lavadora con la ropa de la semana acaba de detenerse porque alguien ha cortado el suministro de agua. Suele ocurrir ya con una precisión que poco a poco se va haciendo tan inexorable como el paso del propio tiempo que mide.
He leído los correos atrasados, he ordenado los archivos, he limpiado las películas que se han bajado durante la noche y he refrescado la lista de las que quiero visionar en los próximos días. He enviado un correo a mi amigo Ramiro y he leído otro del indio –de la India- de turno, que como siempre responde autista una petición concreta y clara –ellos son así: cuando crees que todo está aclarado y meridiano se revuelven y empiezan desde el principio, como si nada hubiera sucedido, demostrando que el tiempo para ellos tiene un sentido diferente-. No me he inmutado. He decidido que  los indios del mundo no me inmutarán más.
He leído un comentario sobre el discurso de Rajoy en el South Summit –que mi hijo ha ayudado a preparar trabajando como becario sin sueldo, por la cara,  durante los últimos fines de semana, para mayor gloria de María Benjumea (ella se define como una start up en si misma) y sus socios. Siempre ha habido clases, y mi vástago no es de la Jet. No obstante debo agradecer la oportunidad que se le ha dado de trabajar y aprender-. Siguiendo con el gallego, nuestro Presidente, cada vez más, me parece un hombre vencido por el tedio de si mismo, alguien que no se aguanta la imagen que ve reflejada en el espejo cada mañana, al que la inteligencia que le sobre no le basta para entender el sentido trascendente que tendría el liderazgo en un momento histórico para España, como el actual. Quizás es que le vence el escepticismo, le faltan amaneceres y puestas de sol, y no le sobran colaboradores a la altura de las circunstancias. Por lo menos acudió –disciplinadamente y aseadamente- al desfile militar del día nacional. Bien por él y por Carmena, que pasée por la tabla Pablo Iglesias.
Algunas perlas del día:
El escatólogo –antes los llamábamos comemierdas, perdónenme ustedes la grosería- Willy Toledo ha declarado su glotonería e incontinencia defecativa en su cuenta de twitter al respecto de la Fiesta Nacional. Perfecto, está en su derecho, pero que se baje… Y que pasee por la tabla.

Entre los que se abonan a la teoría del genocidio los más listos de la clase: Ada Colau, alcaldesa de Barcelona, ha criticado que el Estado conmemore «un genocidio» en la fiesta del 12 de octubre y que gaste dinero conmemorándolo con un desfile militar. José María González, «Kichi», alcalde de Cádiz y licenciado en Geografía e Historia, «de Por Cádiz sí se puede», ha dicho que no tiene nada que celebrar porque España nunca ha descubierto América: «Masacramos y sometimos un continente y sus culturas en nombre de Dios». Es lo que tienen los análisis anacrónicos de los acontecimientos. Seguro que no fue una fiesta de los quince, pero no fue muy diferente a los anteriores actos de la humanidad que conforman la Historia de nuestros antepasados, pregúntenle si no a los íberos, lusitanos, celtas, cartagineses, andalusies, castellanos, etc. de los que sólo queda algo que hoy llamamos españoles...
Por cierto por todos los Fernández de ambos lados del océano, por los hijos de los supervivientes del genocidio... Por todos aquellos que hicieron posible que se pueda cantar así Contigo Aprendí... 

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