SINOPSIS



Esta nueva entrega de la saga protagonizada por Ginés Pintado nos introduce en una historia de venganza y corrupción. Elena Carrión –la particular Moriarty de Ginés- hace de nuevo irrupción en escena para desquitarse de su obligada salida de escena en la novela anterior.

Pintado persigue el rastro de su ex mujer desaparecida en Buenos Aires, por Argentina, Bolivia y Perú. Lo inesperado se hace presente cuando la Organización que dirige el magnate Ricardo Sanmartín le obliga a planear un atentado contra un viejo amigo y colega, ahora Ministro del Gobierno argentino.

Una trama ambientada en la Latinoamérica gobernada por las grandes fortunas en la que dos siglos después las familias patricias que protagonizaron la independencia de la metrópolis siguen ostentando el poder. Ahora no sólo ejercen el dominio político y económico, más allá de la corrupción, son los señores del tráfico de drogas y la trata de blancas, con las que se complementan los ingresos de las corporaciones familiares.

La sombra del Cisne Negro es una historia donde la maldad destila la suficiencia del poder y donde la razón no es arma bastante para limitar el daño que aquella produce. Una historia en la que el amor ha dejado su sitio a la soledad permanente del héroe.


jueves, 15 de noviembre de 2012

SUSAETA, ESA COSA SE LLAMA… ESPAÑA. Y nosotros ESPAÑOLES.


Hacía días que no me reunía con Pintado y lo hicimos ayer para ver el partido amistoso contra Panamá. Venía caliente, había visto las declaraciones del debutante Susaeta y se encendió con sus palabras. Le reclamé calma: la edad del joven jugador vasco, los aires que corren y la situación del país tienden a generar esta clase de ruidos. Quizás en otro momento la cosa no habría tenido mayor repercusión, pero hoy en día son importantes los detalles.
A la tercera copa se había calmado y me miró con esos ojos que penetran el acero. Con su media lengua de borracho dijo algo que tiene sentido: “Lo que pasa es que estamos rodeados de cobardes, de todo tipo: los que no se atreven a decir la verdad porque temen que esta eche por tierra su castillo de naipes, como le pasa a los políticos catalanes, que por no decir la verdad no definen primero lo que reclaman, ni lo que ello implica; los que durante años han permanecido impávidos ante la destrucción del sentimiento y significado de España, políticos de cualquier pelaje y condición; y sí de todos nosotros, los españolitos de a pie, que hemos dejado que todo esto pase sin despeinarnos, entre otras cosas porque lo políticamente correcto era dejar que pasara y que por ello hemos dejado que nuestros hijos hayan creído lo que les decía el primero que se les pusiera por delante…”
Pues para mí que Pintado lleva razón… Hay que ser menos cobardes. Porque tarde o temprano todos enfrentamos las consecuencias. Ser hijos de una cosa…

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