SINOPSIS



Esta nueva entrega de la saga protagonizada por Ginés Pintado nos introduce en una historia de venganza y corrupción. Elena Carrión –la particular Moriarty de Ginés- hace de nuevo irrupción en escena para desquitarse de su obligada salida de escena en la novela anterior.

Pintado persigue el rastro de su ex mujer desaparecida en Buenos Aires, por Argentina, Bolivia y Perú. Lo inesperado se hace presente cuando la Organización que dirige el magnate Ricardo Sanmartín le obliga a planear un atentado contra un viejo amigo y colega, ahora Ministro del Gobierno argentino.

Una trama ambientada en la Latinoamérica gobernada por las grandes fortunas en la que dos siglos después las familias patricias que protagonizaron la independencia de la metrópolis siguen ostentando el poder. Ahora no sólo ejercen el dominio político y económico, más allá de la corrupción, son los señores del tráfico de drogas y la trata de blancas, con las que se complementan los ingresos de las corporaciones familiares.

La sombra del Cisne Negro es una historia donde la maldad destila la suficiencia del poder y donde la razón no es arma bastante para limitar el daño que aquella produce. Una historia en la que el amor ha dejado su sitio a la soledad permanente del héroe.


domingo, 13 de enero de 2013

DE VUELTA. CENTAUROS.


Han tenido que pasar trece días del inicio del año para que, finalmente, las musas –aún cuando estas estén vestidas como para bajar a la piscina de aquí a un rato- hayan decidido establecerse junto a mí, en esta habitación de hotel de playa que me ha tocado en suerte.
Viajé desde España hace algo más de una semana, y desde entonces me he instalado, de nuevo, en estas tierras que baña el Caribe.
Días antes de partir, un Amigo –de esos pocos con A mayúscula-, Juan Antonio Monterroso, me regaló un libro. Uno que yo probablemente nunca hubiera comprado: Centauros de Alberto Vázquez-Figueroa. Este ejemplar, sin embargo, tiene algo único: las breves letras de mi amigo Juan Antonio deseándome una feliz andadura por estas tierras. La reseña comienza con algo que ambos entendemos, “en recuerdo de aquellos días en que éramos Centauros”…
Las andanzas noveladas de Alonso de Ojeda no son gran cosa, pero he de reconocer que la novela se lee rápido y además, por momentos, impresiona la sensibilidad de aquellos que andamos fuera de las Españas. Pero conociendo a Monterroso, lo importante es el tratamiento que la historia hace del sentido del honor del personaje. A ese respecto la novela me ha llegado al corazón. Ojalá mi pasta fuera la de este individuo pequeño, pendenciero, buen amigo y mejor hombre. Como Monterroso, aunque este mide algo más de metro noventa.
Lo demás no tiene mayor importancia… En cualquier caso Gracias, Juan Antonio.

2 comentarios:

  1. No es bueno dar a tus seguidores estos sustos en el tiempo, estas "entradas en zona de sombra" desapareciendo de nuestras lecturas diarias. Gracias por volver.
    Un abracito

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  2. Gracias como siempre por tus palabras de aliento. Lo cierto es que no me llega el resuello estas semanas. Demasiados cambios y mucha tarea por delante. El trabajo, la proxima novela, nuevas personas alrededor, lejos algunas de las más importantes... Y cerca tantas nuevas.

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