Pintado es profundamente español y por eso su carácter mestizo y contradictorio.
Si no, de qué? La cervecita y la manzanilla, el single malt y el gin tonic. La copla, Carlos Cano, los boleros de Celia Cruz y la música latina, cualquiera de ellas, junto a su amor por el Jazz y Frank Sinatra.
Pintado vive al sol y maquina en la sombra. Geranios y Palmeras, Aspidistras y Romero. Se enamora de unos ojos azules y de la piel canela. Suspira por aromas de azahar y almizcle.
Disfruta igual en el Rinconcillo de Sevilla, el Manolito Jicales de Osuna, una cantina de Buenos Aires –Pierino, un suponer- o en el Kabuki del Wellington.
Y quizás por eso prefiere las cabrillas a los escargots, el san Jacobo al Cordon Bleu, el Pata Negra al Prosciuto…
¿Hasta cuando España abjurarás de tu origen mestizo, sin entender tu auténtica naturaleza? Pintado ya decidió…
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