SINOPSIS



Esta nueva entrega de la saga protagonizada por Ginés Pintado nos introduce en una historia de venganza y corrupción. Elena Carrión –la particular Moriarty de Ginés- hace de nuevo irrupción en escena para desquitarse de su obligada salida de escena en la novela anterior.

Pintado persigue el rastro de su ex mujer desaparecida en Buenos Aires, por Argentina, Bolivia y Perú. Lo inesperado se hace presente cuando la Organización que dirige el magnate Ricardo Sanmartín le obliga a planear un atentado contra un viejo amigo y colega, ahora Ministro del Gobierno argentino.

Una trama ambientada en la Latinoamérica gobernada por las grandes fortunas en la que dos siglos después las familias patricias que protagonizaron la independencia de la metrópolis siguen ostentando el poder. Ahora no sólo ejercen el dominio político y económico, más allá de la corrupción, son los señores del tráfico de drogas y la trata de blancas, con las que se complementan los ingresos de las corporaciones familiares.

La sombra del Cisne Negro es una historia donde la maldad destila la suficiencia del poder y donde la razón no es arma bastante para limitar el daño que aquella produce. Una historia en la que el amor ha dejado su sitio a la soledad permanente del héroe.


miércoles, 23 de mayo de 2012

UNA NOCHE… DE COPAS.


Imagínense la siguiente situación: Unos amigos nos invitan a su casa a celebrar un acontecimiento. Con nuestro esfuerzo nos hemos ganado el derecho a un premio en el que podemos ser el ganador con sólo nuestra presencia y participación en la cena en nuestro honor. Aceptamos y con nosotros nos llevamos a un par de miembros de la familia para que nos apoyen durante el acto. Invitan también a un ilustre que será quien entregue el premio al vencedor. El ilustre es un tipo simpático, hijo de otro ilustre que por estar un poco mayor y trabajado, la cadera la tiene hecha unos zorros, prefiere quedar en casa al cuidado de su yaya -una simpática mujer con la que se casó tiempo ha, muy educada e inteligente- aunque hubiera preferido quedar al amparo de las sayas de la criadita, una alemana cuarentona de muy buen ver –lo que son las cosas-.
Imagínense, la casa engalanada, la mesa puesta, las viandas en la mesa, la música en el pickup –la casa es un poco carrozona y han puesto música de Manolo Escobar y de los Diablos-. Nos sentamos… Y al llegar el ilustre nos dedicamos a pitar al personal, a criticar a los anfitriones, a despotricar contra la sufrida abuela –sentada en el rincón del fondo, estupefacta por el espectáculo- y a poner verde desde el portero del bloque al vecino del quinto –que como hace años es de genotipo dudoso-. Pitan también el retrato del abuelo y a la enseña que cuelga en un rincón –una réplica del banderín de enganche de la Legión, que juró en su día el padre de la familia rumbosa- flácida y triste por los tiempos que corren.

¿A que no nos parecería bien?

Que gane el mejor y que al abuelo ni nos lo mienten…

1 comentario:

  1. Y que acaben tirándose los unos a los otros bolitas de miga de pan. !!pais!!

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